Según un diagnóstico médico, Rock Band podría haberle salvado la vida a Marc Rodwell, un joven aficionado a este videojuego que padecía de sobrepeso.
Rodwell pesaba 228 kilos, y con 22 años los médicos le advirtieron que tenía que bajar de peso o no conseguiría llegar con vida a los 24 años. Tras seguir una diete equilibrada y continuas sesiones de gran duración ante la batería del Rock Band, el joven ha perdido 101 kilos.
“Aunque parezca estúpido el incorporar un videojuego a tu plan de entrenamiento, te sorprenderías de cuantísimas calorías se queman tras dos horas tocando la batería. Me siento una persona completamente distinta. Me siento genial”, dijo Rodwell.
“Yo había tenido sobrepeso desde que tenía 11 años y estaba empezando a preocupar a mi familia y amigos. Llevaba jugando a Rock Band unos cuatro años, pero vi a un tipo en internet de Estados Unidos que había perdido un montón de peso por jugar mucho. Me inspiró tanto que empecé a jugar dos horas al día para tratar de convertirlo en un entrenamiento”.
“Un día, jugué todas las canciones de mi lista durante ocho horas y estaba hecho polvo. En una sesión puedo quemar 1000 calorías, utilizando los brazos para los tambores y los pies en los pedales. Mi papá ayuda cantando y hemos gastado alrededor de 800 libras en canciones y ya tengo unas 900 para su usar en mi entrenamiento. Mis favoritas son Don’t Stop Me Now de Queen y American Idiot de Green Day”.
“Así como Rock Band, ahora también voy al gimnasio y ahora estoy cuidando lo que como. He abandonado las pizzas y el curry y ahora como mucho pescado y pollo. Rock Band ha jugado un papel muy importante en mi pérdida de peso y demuestra que los juegos de ordenador no siempre te hacen perezoso”.