Ahora, se podía pretextar el estado de salud de Hugo Chávez para impedir o retrasar las medidas, es decir, las liberaciones, en el caso de haber disposición. Pero de ser así, por parte del régimen no se dice nada como si privara la ignorancia al clamor de la libertad para estas personas. Tampoco se aprecia buena voluntad, lo que si, a los personeros de alto nivel al tanto de las peticiones, notoria por ejemplo, la posición de la procuradora de la nación, la presidenta del tsj, etc., etc., con declaraciones impropias y una predisposición manifiesta, en la que, malsanamente identifican a los presos políticos con delitos comunes. Acaba de sentenciar el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello que “No hay ninguna negociación porque no hay presos políticos… No habrá ninguna liberación… Aquí hay señores que se pusieron a administrar una plata y se la llevaron; hay otros señores que asesinaron a otras personas…”
¿Qué se puede esperar, entonces? Sin embargo, madres, esposas, hijos… mantienen la esperanza. Para los familiares y abogados apegados a la causa como Theresly Malave, directora de la ong, Justicia y Proceso, pudieran darse liberaciones en los próximos días, lo deseable por supuesto.
Entiéndase, no es asunto de perdón, es asunto de un gesto para con el adversario, es asunto de poner en valor las terribles condiciones carcelarias a las cuales son sometidos. Pero como el adversario es considerado enemigo, por ende “no persona”, “sin derecho”, se esfuma toda posibilidad de una medida justa. De ahí la condición y calificación de preso político.
Una generalidad en las causas de los presos políticos venezolanos es el sometimiento a juicios con toda clase de violaciones al derecho a la defensa, al debido proceso, negarles el derecho a ser enjuiciados en libertad. Auténticos secuestros, como así es alegado por los abogados representantes de sus defensas.
Preciso la mención de casos conmovedores a la espera de una libertad que no llega: El del Comisario Ivon Simonovis. Preso desde el 2004, físicamente deteriorado consecuencia de las condiciones de su encierro. En una de sus cartas del año pasado expresaba que “Tarde o temprano deberán responder ante la Justicia que me han negado…”. Su esposa Bony Simonovis junto a otros familiares de los Comisarios expresó ante los medios: “No tiene sentido hacernos sufrir más”.
El mismo tiempo llevan los hermanos Guevara, también en el Sebin (la antigua Disip), Juan Bautista, Otoniel, cuyo texto por las navidades refiere “cuantos años de cárcel hay que pagar en Venezuela por ser disidente, por pensar distinto”. Por su parte, Jackeline Sandoval, de la Fundación Para el Debido Proceso (Fundepro), la esposa de Rolando Jesús, con una importante notoriedad por su trabajo a favor de las liberaciones, “Queremos una Navidad en familia”, dijo a periodistas.
Los cinco Policías Metropolitanos, cumplen sus condenas en la cárcel de Ramo Verde, en los Teques, condenados por los sucesos de abril del 2002, junto a los Comisarios. Ellos son: Erasmo Bolívar, Luis Molina Cerrada, Arube Pérez Salazar, Marco Hurtado y Héctor Rovain.
El de Maria Lourdes Afiuni, por aplicar una resolución de la ONU en favor del también preso político Eligio Cedeño, actualmente en el exilio. La jueza se encuentra en prisión domiciliaria luego de interminables diligencias en razón de grave cuadro de salud, el hecho es conocido mundialmente por la sentencia de Hugo Chávez al condenarla en una cadena televisiva a cadena perpetua. “Se burlan de los presos”, ha manifestado en días recientes su hermano Nelson Afiuni.
Ellos siguen presos. Culminó el 2012 en total silencio: las peticiones quedaron sin respuesta oficial. Se colmaron ilusiones, se frustró el merecido reencuentro con los seres queridos.
Múltiples veces se gana la batalla por demostrar que en nuestro país no hay legalidad ni sistema de justicia cuando de forma tan evidente quedan todos los registros de las violaciones de las que han sido víctimas estas personas a quienes se les acusa o condena por “delitos inventados” (en uso del término utilizado por la ahora exmagistrada Mármol León). En este mundo internetizado todo el que quiera revisar un caso lo puede hacer, en especial organismos internacionales. Se comprenderá que en su desesperación el régimen tuvo que quebrar todos los principios de leyes y de justicia no fuera a ser que no pudieran encontrar buenas excusas para condenarlos.
Los presos políticos venezolanos, a pesar de la cárcel injusta, “aún en esas circunstancias, siguen dando testimonio de fortaleza, templanza y virtud”. Lo manifiestan en las recientes palabras de agradecimiento a todos aquellos que les han brindado solidaridad.
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