El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió hoy de que la coalición que encabeza, la derechista Likud Beitenu, podría perder el Gobierno de Israel si el electorado de derechas no acude a las urnas antes de que cierren los colegios, a las 22.00, hora local (20.00 GMT).
“El gobierno del Likud está en peligro. Os pido que dejéis lo que estáis haciendo y vayáis a votar Majal (acrónimo de su lista que significa “Campo Nacionalista”)”, afirmó en declaraciones al diario Haaretz.
El llamamiento lo hizo después de que la Comisión Central Electoral difundiera los datos de participación a las 18.00 horas locales (16.00 GMT) que se situaban en un 55,5 por ciento, un récord desde 1999.
Expertos citados por los medios de comunicación explicaron estos últimos días que una alta participación suele beneficiar a los partidos del centro y de la izquierda.
Los últimos datos, publicados a las 20.00, hora local (18.00 GMT), reflejaban una partición todavía alta, 63,7 por ciento, aunque los cinco puntos de diferencia respecto a las elecciones de 2009 se habían reducido a cuatro.
La edición digital del diario Haaretz asegura que “en el Likud hay tensión” por los porcentajes de voto y que los activistas de esta formación y los de Israel Beitenu se están responsabilizando mutuamente de que en las áreas tradicionalmente derechistas la participación esté por debajo de la media nacional.
El alarmismo de Netanyahu es visto por muchos como una táctica para convencer a los israelíes de que acudan a votar, alegando, según la edición digital del diario Jerusalem Post, que “es muy importante para el futuro del Estado de Israel”.
Entre los partidos de centro la alta participación ha sido acogida con un optimismo reservado.
La dirigente laborista, Shely Yajimovich, se mostró convencida esta tarde de que aún es posible arrebatar la jefatura del gobierno a Netanyahu, al igual que lo hizo la ex ministra de Exteriores Tzipi Livni, que encabeza el movimiento centrista Hatnuá.
Todos los sondeos realizados antes de los comicios daban al partido de Netanyahu una cómoda victoria sobre sus rivales, a pesar de que en tres meses el Likud Beitenu bajó en la intención de voto desde alrededor de 40 escaños a 32. EFE