El campeón defensor Novak Djokovic avanzó sin problema alguno a su tercera final consecutiva del Abierto de Australia, al aplastar el jueves 6-2, 6-2, 6-1 al español David Ferrer.
En el cuadro femenino, Victoria Azarenka se sobrepuso a los dolores, a cierta ansiedad y a varios errores con golpes de derecha para imponerse a la adolescente estadounidense Sloane Stephens y alcanzar la final contra Li Na, quien cortó el buen paso a la rusa Maria Sharapova.
Djokovic, número uno del mundo, dominó el enfrentamiento contra el cuarto preclasificado del certamen, con 30 tiros ganadores durante la hora y 29 minutos que duró el partido. Por momentos, pareció que Djokovic estaba dando una clínica de tenis.
“Jugué perfecto”, dijo Djokovic en una entrevista con la televisión. “Jugué un tenis increíble”.
El serbio tiene como objetivo convertirse en el primer hombre en ganar tres títulos consecutivos en Australia. El domingo se enfrentará al ganador de la semifinal del viernes entre el suizo Roger Federer, segundo del mundo y cuatro veces campeón en Australia, y el ganador del U.S. Open Andy Murray, tercero en el escalafón.
En su partido de la cuarta ronda contra el suizo Stanislaw Wawrinka, Djokovic debió jugar durante cinco horas y dos minutos para imponerse en cinco sets. El martes, perdió un set ante el checo Tomas Berdych en los cuartos de final.
Pero el potente servicio de Djokovic se tornó mucho más certero el jueves por la noche. El serbio convirtió sus siete oportunidades de quiebre y no tuvo un break point en contra. Invicto ahora en cinco encuentros con Ferrer en torneos del Grand Slam, Djokovic permitió sólo cuatro puntos de su oponente en los primeros cuatro games del último set.
“Me sentí muy cómodo y confiado desde el comienzo”, explicó. “Quería ser agresivo en la cancha. Éste es definitivamente uno de los mejores desempeños que he tenido en mi carrera”.
Ferrer cometió una doble falta para que Djokovic tuviera el match point. El final llegó en el punto siguiente, cuando un revés del español se fue demasiado largo.
Con todo, Ferrer se dijo complacido de haber llegado tan lejos en el certamen.
“Prefiero jugar mal en una semifinal que en la primera ronda”, dijo Ferrer. “Por supuesto, no estoy feliz con mi juego de esta noche, pero así es el tenis”.
Mientras que el triunfo de Li por 6-2, 6-2 sobre Sharapova nunca estuvo en duda, Azarenka pasó algunos predicamentos para definir la segunda semifinal en la Arena Rod Laver.
Pese a ello, la bielorrusa acabó con las aspiraciones de Stephens, la joven sensación de este torneo, que había eliminado la víspera a Serena Williams.
Azarenka necesitó seis match points para resolver el encuentro por 6-1, 6-4. El duelo incluyó una pausa por motivos médicos después de que la estadounidense quebró el saque de la bielorrusa para acercarse a 5-3 en el segundo set. Después de abandonar la cancha para recibir la atención, Azarenka volvió y le rompió el servicio a Stephens para poner fin al partido.
“Casi cometí el fiasco del año”, dijo Azarenka en una entrevista inmediatamente después del encuentro. “En 5-3 y con tantas oportunidades no podía resolverlo”.
Los organizadores del torneo dijeron que los médicos habían reportado que Azarenka sufrió una lesión en la rodilla y otra en las costillas.
El caso fue que, por segunda ocasión en dos días, Stephens —de 19 años— tomó asiento pacientemente en la parte final del segundo parcial durante un tiempo por motivos médicos pedido por una experimentada jugadora de mayor edad. El desenlace del jueves fue diferente al del miércoles, cuando Stephens remontó un parcial adverso y un rompimiento para derrotar a su compatriota Williams en tres parciales.
Li llegó a la final del Abierto de Australia por segunda ocasión en tres años.
Sharapova era la favorita, pues solo había concedido nueve games en sus primeros cinco partidos, un récord en el torneo.
Pero la semifinal comenzó mal para la rusa de 25 años, que cometió doble falta para perder los primeros dos puntos y conceder un quiebre en el primer game.
“Evidentemente ella fue mucho más agresiva que yo y dictó el ritmo del partido. Yo siempre estuve a la defensiva”, dijo Sharapova, que hubiera podido llegar al primer lugar del “ranking” mundial de haber llegado a la final aquí”.
Li fue la primera jugadora china en alcanzar la final de un Grand Slam cuando perdió ante Kim Clijsters en Melbourne Park en 2011. Unos meses después tuvo su revancha al ganar el Abierto de Francia, en el que derrotó a Sharapova en las semifinales.
“No sé qué pasó pero siempre juego bien aquí, ¡gracias, chicos!”, dijo Li, en referencia al público que agitó banderas chinas y gritó “jia you” o “¡vamos!” durante varias pausas del encuentro. AP