La televisión siria mostró este jueves al presidente Bashar al Asad orando en una mezquita, con motivo de la conmemoración del nacimiento de Mahoma, en su primera aparición televisiva desde el 6 de enero.
Los telespectadores pudieron ver imágenes en directo del mandatario, quien no aparece a menudo en la televisión, orando en la mezquita Al Afram, en el norte de Damasco, junto con dignatarios religiosos y dirigentes de su régimen.
Luego el mandatario se vio en medio de la muchedumbre, estrechando las manos de numerosos fieles.
En la última aparición, al Asad propuso una solución política al conflicto, por medio de un diálogo controlado totalmente por el régimen.
Las autoridades pidieron hacer este viernes una “oración de un millón de fieles” en todas las mezquitas, para que la situación se vuelva más segura en Siria.
A fines de octubre, la cadena lo había mostrado orando en Damasco con motivo de la fiesta musulmana del Adha.
Luego de la oración, el ministro del Waqf (Bienes religiosos), Mohammad Abdel Sattar Sayyed, se dirigió a los fieles antes de la oración llamando al diálogo a “los que tienen papeles sirios y que pertenecen a esta patria bienamada, sean opositores o partidarios (del régimen), rencorosos o dispuestos a perdonar, surgidos (de un partido) o independientes, musulmanes o cristianos, hombres o mujeres”.
“La oportunidad les ha sido dada, no la pierdan hiriendo y destruyendo a Siria y haciendo añicos la unidad de su nación, traicionando lo que les fue confiado”, agregó.
“El presidente abrió esta posibilidad y la hora de salvación ha sonado”, agregó, asegurando que las autoridades “serán un socio de confianza”.
El Jeque Ahmed al-Jazairi pronunció luego un sermón que terminó con una oración donde imploraba por el “regreso de la patria a la seguridad” e implorando acordar “al presidente Bashar al-Asad su reconciliación y su buena voluntad”.
Tras la ceremonia religiosa, Asad subió a su vehículo que condujo él mismo.
Las autoridades convocaron para este viernes, día de la oración musulmana semanal, a “una oración de un millón de fieles” en todas las mezquitas, por un retorno de la seguridad a Siria.
Siria “superará el complot fomentado por países extranjeros hostiles, aplicado por intermediarios y esclavos, y conducido por radicales wahabitas”, afirmó el ministro Sayyed en un comunicado publicado el jueves por la agencia oficial Sana.
Se refería a Arabia Saudita y a Qatar, a los que el régimen acusa de apoyar grupos “terroristas” sembrando el caos en Siria.
Tradicionalmente, desde el inicio de las protestas en Siria, los militantes hostiles al régimen desfilan el viernes a la salida de las mezquitas para pedir la caída del régimen del presidente Bashar al Asad.
La revuelta en Siria se inició el 15 de marzo de 2011 en el contexto de la Primavera árabe. Comenzó con manifestaciones pacíficas que piden más libertades, antes de radicalizarse, exigiendo la caída del régimen.
Frente a la represión sangrienta de la protesta por el régimen, la oposición se militarizó y el país sigue en medio de un conflicto armado que ha causado más de 60.000 muertos, según la ONU.
Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el ejército sirio bombardeó este jueves barrios rebeldes de Homs (centro) por quinto día consecutivo.
Desde el domingo, se registraron en esta ciudad, considerada la “capital de la revolución”, 73 muertos (31 soldados, 16 rebeldes y 26 civiles), agregó el OSDH.
En el noreste kurdo del país proseguían los combates, afirmó el OSDH.
En la última semana los enfrentamientos entre rebeldes sirios y combatientes de la Unión Democrática Kurda -rama siria del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), una organización rebelde de los kurdos de Turquía- registraron 58 muertos.
En una primera estimación, el OSDH contabilizó 69 muertos este jueves en todo el país, de los cuales 32 civiles, 19 rebeldes y 18 soldados.
AFP