La temperatura al rededor de la zona anal, el uso de ropa interior ajustada, las glándulas sudoríparas y el sangrado menstrual en el caso de las mujeres hace que la piel se vaya oscureciendo con el paso de los años en hombres y mujeres.
El blanqueamiento anal y genital es la decoloración de la pigmentación oscura de la piel alrededor de la zona anal y genital con propósitos cosméticos. Uno de los tratamientos consiste en la aplicación de una crema que contiene alrededor de 2% de hidroquinona como ingrediente activo. Otra forma posible de modificar el color oscuro de la zona es el laser, que puede dar un efecto blanqueante sobre la zona en pocas semanas.
Para la despigmentación se usan combinaciones de ácidos: el salicílico (de acción muy superficial y derivado de la aspirina) y el glicólico (penetra más el tejido, se inactiva en la dermis media, es capaz de impulsar la producción de colágeno); o de ácido salicílico con el tricloroacético. En concentraciones altas, el uso de estos productos pule y quema (genera como una pañalitis) la capa superficial de la piel y el tono oscuro desaparece, se cae como una costra al paso de los días.
Dejando las cremas y láser a parte existen una serie de recomendaciones que los esteticistas recomiendan para evitar que se produzca ese cambio de color con el paso del tiempo. Por ejemplo, en el video que les ponemos abajo de la noticia, Gina nos explica en su canal de belleza que hay que evitar dejar a la zona desprotegida contra el sol, al menos media hora antes de la exposición solar hay que aplicar una crema protectora de un factor de protección alto.
El usar prendas ajustadas, mantener una mala higiene, sobre todo en las mujeres, por el flujo de la menstruación que contiene hierro. Se recomienda limpiar la zona siempre con papel higiénico húmedo.
En cualquier caso, lo importante siempre es sentirse bien con uno mismo, no traumatizarse por cosas que no tienen importancia. Si queremos dar este paso para blanquear la piel de la zona anal, tiene que ser un paso fuera de la obsesión y respetando sobre todo los mecanismos que nos recomiende un dermatólogo especializado o médico cirujano.