A ustedes mis palabras de solidaridad, es un momento difícil para el pueblo venezolano. La desaparición de sus discursos en largas cadenas, su dedo ausente en nombramientos de ministros ni muchos menos candidatos, en especial, la falta del líder que justifique al ineficiente gobierno, hará cada vez más reaccionar la sabiduría de un pueblo que se adormeció en la esperanza de un “mesías” y justificó muchos casos ineficaces
En la campaña presidencial del 7-O 2012, el discurso oficial giró entorno a rectificaciones por la mala gestión, culpando a funcionarios leales y dispuestos a ser regañados y humillados en cadena nacional. Entendiendo que ya el culpable no eran otros, recuerdan que primero fueron las “cúpulas podridas” de los partidos políticos, luego el sector privado y la burguesía, los medios de comunicación, y hasta presidentes foráneos fueron responsables, entre el azufre de Bush o el paramilitarismo de Uribe, en fin al oficialismo no le quedo de otra que reconocer en la campaña presidencial que la culpa era de ellos.
Ahora bien, ustedes siempre justifican al líder de su revolución diciendo que el presidente no sabía nada, solo les pregunto ¿Chávez está bien cuidado en La Habana?, ¿Creen ustedes que no lo tienen secuestrado?, ¿Quién gobierna?, si es Chávez ¿no le ocultan nada? y la más importante ¿Por qué no llama a su pueblo? Todos dicen hablar con él, pero en realidad nadie ha escuchado su voz y los que gobiernan son los que mentían al presidente.
Raniero Cassoni