Un joven de 17 años, que residía en la calle 9 del barrio Bolívar, al oeste de Barquisimeto, murió en la madrugada de ayer, seis horas después de haber recibido un balazo en la cara que le propinó, al parecer, un “gatillo alegre”.
El infortunado muchacho, cuya identidad no puede ser dada a conocer porque lo prohíbe la ley, era hijo único de José Acosta y Yaslibeth Aréval, quienes junto con los demás familiares se encuentran profundamente abatidos por la tragedia que se produjo, aproximadamente, a las 7 y media de la noche.
Texto diario El Impulso
A esa hora, el joven, junto a otros tres amigos, regresaba a su residencia, luego de haber salido a quitarse el cabello y pagar la primera cuota de un bolso que estaba jugando.
Su padre al ser entrevistado por los periodistas de sucesos contó que su hijo había estudiado hasta segundo año de bachillerato y no quiso seguir los estudios porque le gustó el trabajo de mecánico.
Desde hacía dos años era ayudante de mecánica en el taller de uno de sus tíos en Molletones.
Se levantaba a las cinco de la madrugada todos los días para ir a cumplir con sus labores y a las 3 y media emprendía el regreso a su casa.
Era un muchacho muy tranquilo, alegre y de fácil trato, a quien todos los que lo conocían, lo querían, manifestó. Jamás supe que hubiera tenido un problema con alguien tanto en el barrio Bolívar como en Molletones.
“Era un ángel”, manifestó su tía política Miledy Orellana, quien rompió en llanto al hablar de la víctima. “No tenía por qué morir de esa forma, porque no se metía con nadie”.
El joven recibió un balazo en el pómulo izquierdo y cayó sobre una acera, donde ayer todavía quedaban los rastros de sangre. Una vecina del sector corrió hacia la residencia de los padres de la víctima para hacerles conocer lo que había ocurrido.
Sus amigos que lo acompañaban en ese momento pidieron y fue llevado al CDI, para recibir las primeras atenciones médicas.
Su tío, José Eliseo Acosta, lo trasladó más tarde al hospital Pastor Oropeza, de los Seguros Sociales, porque había ambulancia en aquel instituto; pero, no conductor. A la 1:50 minutos de la madrugada de ayer, los padres y demás familiares que se encontraban aguardando en el mencionado centro asistencial recibieron la infausta noticia de que el muchacho había muerto. El Cicpc comenzó las investigaciones.