El balneario ruso de Sochi (mar Negro) comienza mañana, jueves, la cuenta atrás de 365 días para los XXII Juegos Olímpicos de Invierno, los más caros de la historia y los primeros que se celebrarán en Rusia, que quiere mostrar al mundo su potencial deportivo y organizativo.
Ignacio Ortega/ EFE
“De 2013 a 2018, Rusia será el centro del deporte mundial. Y, cuando la próxima Copa del Mundo termine en Brasil, todos los ojos mirarán a Rusia”, proclamó a los cuatro vientos Vitali Mutkó, ministro de Deportes de Rusia.
Rusia, que estuvo durante décadas al margen de la lucha por organizar eventos internacionales, primero por motivos políticos y después por razones económicas, será sede este año de la Universiada y de los Mundiales de Atletismo, en 2014 de los Juegos de Sochi y en 2018 de la Copa Mundial de fútbol.
Sochi, que acogerá la ceremonia de inauguración el 7 y la clausura el 23 de febrero de 2014, es el mantra del jefe del Kremlin, Vladímir Putin, un gran aficionado a los deportes de invierno que quiere convertir a la ciudad olímpica en uno de los estandartes del desarrollismo ruso.
Putin, quien viajó especialmente a Guatemala en 2007 para persuadir al COI de que Sochi era el lugar ideal para los Juegos blancos, está empeñado en convertir a Rusia en una de las cinco principales potencias económicas mundiales.
Moscú se gastará más de 50.000 millones de dólares (1,525 billones de rublos), según el viceprimer ministro ruso, Dmitri Kozak, de los que el comité organizador se ha gastado ya casi 38.000 millones (1,13 billones de rublos).
Según las cifras oficiales, que resaltan que la mayoría del gasto está relacionada no con las instalaciones deportivas, sino con las infraestructuras (aeropuerto, tren rápido, carreteras, 22 túneles, etc.), los inversores privados aportarán más de la mitad de presupuesto.
La cifra es casi cinco veces mayor a la anunciada originalmente, ya que en la práctica todas las instalaciones deportivas y la infraestructura olímpica han tenido que ser construidas desde cero.
El 70 por ciento de las obras olímpicas ya ha concluido, por lo que durante los próximos doce meses únicamente habrá que completar la construcción de los hoteles y de infraestructuras de transporte, energía y telecomunicaciones.
La subtropical Sochi, la ciudad más cálida en acoger los Juegos blancos, ya ha albergado varios torneos internacionales en los últimos meses y tanto deportistas como el COI les han puesto muy buena nota a las instalaciones olímpicas.
Con todo, Putin no las tiene todas consigo, en particular en que se refiere al control sobre la malversación de fondos públicos, que ya ha sido denunciada por el jefe de la Cámara de Cuentas de Rusia, Serguéi Stepashin.
Por ello, a mediados de enero creó una comisión estatal para la organización de Sochi 2014, que ejercerá funciones de control ejecutivo sobre la marcha de los preparativos y la celebración de los Juegos.
Otro de los asuntos que preocupan a las autoridades rusas es el legado de los Juegos, habida cuenta de que Sochi es considerada una ciudad excesivamente cara para la mayoría de los rusos.
Mutkó mantiene que las instalaciones deportivas se convertirán en centros de alto rendimiento y en bases de entrenamiento de los equipos nacionales, tanto de deportes de invierno como de verano.
En particular, el Palacio Iceberg de Patinaje podría ser convertido en un velódromo, mientras otras instalaciones olímpicas podrían transformarse en piscinas, zonas de tiro, remo o vela.
En cuanto a la nieve, el alcalde de Sochi, Anatoli Pajómov, descarta que se repitan los problemas de Vancouver 2010: “Ni siquiera estamos preocupados por la nieve. Tenemos más nieve natural en febrero que Vancouver y cada pista tiene sus máquinas de nieve”.
“Sochi tiene 300 días de sol al año. Si uno viene a esquiar en marzo o abril encontrarás gente tomando el sol en la costa. Pueden ser 10 o 15 grados bajo cero en Krásnaya Polyana y 15 grados sobre cero en la costa”, agregó.
Sochi pretende explotar la cercanía de las montañas, nevadas todo el año, con la costa del Mar Negro, lugar de descanso favorito de los zares y de los jerarcas soviéticos, y ahora de los dirigentes rusos.
Uno de los complejos olímpicos estará situado a nivel del mar, el valle de Imereti, y acogerá la villa, el estadio, cinco pabellones cubiertos y el centro de prensa; y el otro en la zona montañosa de Krásnaya Poliana, que albergará todas las modalidades olímpicas sobre la nieve.
En el plano deportivo, en Sochi habrá doce nuevas pruebas respecto a Vancouver 2010, con lo que se repartirán 98 medallas en quince modalidades deportivas.EFE