Una investigación oficial sobre la tortura en las prisiones afganas encontró pruebas de abusos generalizados en estos centros, dijo el presidente del país, Hamid Karzai, este domingo, quien ordenó la pesquisa después de que la ONU realizara un informe sobre el problema.
“Según el informe de la comisión de investigación, la mitad de los prisioneros entrevistados se quejó de maltrato, acoso e, incluso, tortura durante su detención”, dijo la oficina del presidente en un comunicado.
El informe describe el acceso de los prisioneros a los abogados como “problemático”, pero no establece conclusiones o recomendaciones.
Karzai ordenó esta investigación después de que las Naciones Unidas publicara un informe en enero en el que citaba pruebas de abusos frecuentes en el sistema penitenciario del país.
El informe reveló que 326 de los 635 reclusos entrevistados en todo el país afirmaron que habían sufrido abusos, incluidos 80 menores.
En el informe de la ONU, los prisioneros describieron 40 tipos de tortura: palizas con cables y tuberías, golpes en los genitales, amenazas de ejecución o de violación y descargas eléctricas.
La ONU también aseguró que 81 personas encarceladas en Kandahar (suroeste) desaparecieron entre septiembre de 2011 y octubre de 2012.
“Estos descubrimientos nos preocupan seriamente”, dijo Jan Kubis, representante especial de la ONU en Afganistán, al mismo tiempo que llamó al gobierno a “hacer más para prevenir la tortura”.
El portavoz de Karzai, Aimal Faizi, cuestionó las motivaciones detrás del informe de la ONU y dijo que el gobierno “no está involucrado en crímenes contra detenidos”.
Faizi también dijo que la tortura y abuso de los prisioneros no es su política y añadió que la Cruz Roja tiene total acceso a los centros de detención afganos y no reveló pruebas de tortura.