El Banco Central Europeo (BCE) espera que “la debilidad de la economía de la zona del euro se mantenga durante los primeros meses de 2013” después de que se intensificara la recesión en el cuarto trimestre de 2012.
Así se desprende del boletín mensual de febrero, publicado hoy, en el que el BCE analiza la situación de la economía del área euro.
La zona del euro sufrió en el cuarto trimestre de 2012 una contracción del 0,6 %.
Alemania, motor de la economía de la zona del euro, también registró una contracción del 0,6 % en los últimos meses del pasado ejercicio.
El euro cayó hoy tras conocerse las cifras del producto interior bruto (PIB) de la zona del euro, que fueron peores de lo esperado, y se cambiaba a media jornada a 1,3336 dólares, el nivel más bajo desde hace tres semanas y frente a los 1,3421 dólares de las primeras horas de la negociación europea del mercado de divisas.
La reciente apreciación del tipo de cambio del euro supone un riesgo a la baja para las perspectivas sobre los precios, según el BCE.
La fortaleza del euro puede perjudicar las exportaciones de los países de la zona del euro y ha llevado a algunos políticos, como el presidente francés, Francois Hollande, a expresar su temor a que lastre la recuperación económica.
La semana pasada el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que la entidad monetaria observará la repercusión del tipo de cambio en la inflación y el crecimiento.
El BCE destaca en el informe mensual que “los datos disponibles siguen apuntando a una debilidad continuada de la actividad económica en el cuarto trimestre y en los primeros meses de 2013”.
La economía de la zona del euro, que entró en recesión en el tercer trimestre del año, debería recuperarse gradualmente, respaldada, entre otras cosas, por la política monetaria expansiva, la mejora de la confianza de los mercados financieros y su menor fragmentación y un fortalecimiento de la demanda mundial.
La debilidad actual de la economía de la zona del euro refleja el bajo nivel de confianza de consumidores e inversores, así como la atonía de la demanda externa.
Sin embargo, el BCE destaca que la confianza de los mercados financieros ha mejorado.
Asimismo “las encuestas más recientes confirman la evidencia anterior de una estabilización de la confianza de consumidores y empresas, aunque en niveles bajos”, según el BCE.
No obstante, “los riesgos para las perspectivas económicas de la zona del euro continúan apuntando a la baja”.
Estos riesgos están relacionados con “la posibilidad de que la demanda interna y las exportaciones sean más débiles de lo previsto”.
Además, “la lenta aplicación de reformas estructurales en la zona del euro” puede tener efectos negativos en el crecimiento económico.
Los desequilibrios en los principales países industrializados pueden frenar la actual recuperación por su impacto en la evolución de los mercados mundiales de materias primas y financieros.
“Estos factores podrían frenar la actual mejora de la confianza y, con ello, retrasar la recuperación”, apostilló el BCE.
Añade que “existen algunas señales incipientes de que la recuperación de la actividad económica mundial está cobrando nuevo impulso”.
No obstante esta recuperación “sigue siendo tenue, fragmentada y frágil”.
La mejora de la situación en los mercados financieros y el sentimiento más positivo que reflejan los indicadores de opinión sugieren que la actividad se fortalecerá progresivamente. EFE