Una asociación privada exigió hoy una indemnización de tres millones de reales (1,5 millones de dólares) para las familias de cada una de las 239 personas que fallecieron el pasado 27 de enero en el incendio de una discoteca de la ciudad brasileña de Santa María.
La acción judicial fue presentada por la Asociación Nacional para la Exigencia del Cumplimiento de las Obligaciones Legales (Anecol), una entidad que vela por los derechos de los consumidores y reclama también una indemnización de 300.000 reales (150.000 dólares) para cada uno de los cerca de cien heridos que dejó el desastre.
El abogado de la Anecol, Walter Euler Martins, dijo a periodistas que la demanda ha sido dirigida contra la Alcaldía de Santa María, los propietarios de la discoteca Kiss y los miembros de una banda que actuaba en el lugar.
Según la policía, el fuego se desató cuando uno de los músicos de la banda Gurizada Fandangueira encendió una bengala que incendió el techo de la discoteca, en la que en ese momento se calcula que había unas 800 personas, pese a que tenía capacidad para unas 500.
“Entendemos que las autoridades municipales tenían la obligación de fiscalizar el funcionamiento del local, que la banda puede haber causado el incendio y que los dueños de la discoteca permitieron que la capacidad fuera desbordada”, indicó Martins.
“Sabemos que no existe un valor en dinero que pueda compensar o pagar una vida”, pero “es necesario que haya una reparación”, apuntó el abogado.
Por su presunta responsabilidad en el hecho, los dos propietarios de la discoteca Kiss y dos de los integrantes del grupo Gurizada Fandangueira permanecen detenidos de forma preventiva. EFE