La relojería, un trabajo que seduce cada año a más jóvenes

La relojería, un trabajo que seduce cada año a más jóvenes

La relojería es una de las salidas profesionales que cada año seduce a más jóvenes suizos, como lo demuestra el que la demanda de plazas en las escuelas relojeras haya marcado el año pasado un nuevo récord.

Sólo en 2012, esos centros de formación acogieron a un total de 463 nuevos alumnos, lo que representó un 9 % más que el año anterior.





Una encuesta de la Convención Patronal de la Industria Relojera Suiza (CP) explica este atractivo al adelantar que de aquí a 2016 las empresas necesitarán formar y reclutar a, por lo menos, 3.200 nuevos colaboradores.

Actualmente hay unos 2.000 aprendices siguiendo cursos de formación que garantizan que sus competencias se adecúan al tipo de empleados que buscan las empresas relojeras.

El número de diplomas otorgados a aprendices de profesiones relacionadas con la relojería aumentó un 15 % el año pasado.

“La relojería suiza constituye un vivero que generó tan sólo en 2012 unos 3.000 puestos de trabajo y actualmente emplea a más de 50.000 personas en el país”, según la patronal relojera.

Aunque las perspectivas positivas incentivan a los jóvenes a elegir la relojería como profesión, no todas sus ramas están solicitadas de la misma forma.

La formación de “facultativo profesional” es la más popular entre los nuevos estudiantes, pues adquieren los conocimientos para ensamblar todo tipo de relojes (electrónicos o mecánicos), controlar la calidad en las diferentes etapas de producción y corregir los eventuales defectos.

Se les considera los profesionales más polivalentes en ese medio pues son capaces de asumir todas las operaciones, que van desde la producción (montaje, colocación de las agujas y esferas, embalaje y reglaje), en particular de relojes de alta gama y fabricados en pequeñas series.

Sin embargo, otras especialidades, como la de relojero industrial, reparador, pulidor o diseñador-constructor en microtécnica, no han visto aumentar el número de matriculas, a pesar de lo cual el relevo en estas últimas permanece estable a largo plazo.

Ajeno a los embates de la crisis económica internacional, el valor de las exportaciones de relojes manufacturados en Suiza aumentó un 10,9 por ciento en 2012 y el conjunto del sector obtuvo beneficios superiores a los 17.400 millones de euros.

“En un contexto económico muy poco favorable, la relojería suiza registró un buen crecimiento durante el año 2012. Esperamos que el año 2013 sea positivo y se mantenga este crecimiento, según la Federación de Relojeros de Suiza. EFE