Vestalia Sampedro: La economía del país está enferma

Vestalia Sampedro: La economía del país está enferma

Foto Archivo

La diputada de Proyecto Venezuela en la Asamblea Nacional por el estado Carabobo, Vestalia Sampedro, se pronunció sobre la reciente devaluación y, en este sentido, aseguró que desde el 2003 se estableció el control de cambio como medida para evitar la fuga de divisas, lo cual no se logró porque a pesar de esto, en la actualidad, mantienen un nivel de reservas que no resistiría tres días de liberación del cambio, señala el propio Ministro de Finanzas.

“No se implementaron las medidas necesarias para un desarrollo económico sustentable, se lesionó la producción nacional, se estimularon las importaciones y la expansión del gasto público, con lo cual de igual manera nos quedamos sin respaldo, sin ahorros”, afirmó.

Para la diputada, desde entonces el bolívar ha sido sometido a constantes perdidas de valor y ahora técnicamente la devaluación es necesaria para recuperar la salud de una economía enferma, equiparable a una amputación para salvar la vida.





“Con esta gestión queda demostrado que los problemas económicos del país no han sido asunto de ingresos, sino producto de un modelo económico que no ha dado respuesta a la inflación y a la necesidad de desarrollo productivo, combinado esto, con la mala administración de los exorbitantes recursos recibidos de la renta petrolera, que por el sostenimiento de buenos precios ha mantenido tal nivel de gasto (…) No hay ahorro sino derroche, ante la indolencia de quienes dirigen los destinos del país y ahora hacen maniobras para tapar las consecuencias de sus desaciertos”, enfatizó.

A juicio de Vestalia Sampedro, la economía del país está enferma, gracias a la insistencia en un modelo económico que hoy muestra más síntomas de su fracaso. En lugar de perseguir la industrialización, el incentivo e incremento de manufacturas, por ende la diversificación de nuestras exportaciones y mejoras de nuestros ingresos, ha producido ruina del sector productivo, abandono, escasez, debilidad de nuestra moneda y fragilidad de nuestra economía profundamente rentista y dependiente de lo que se produce afuera, contrario al discurso defensor de la soberanía; y que nos impide tener las condiciones favorables para introducirnos en un esquema de integración como el Mercosur, dijo.

La parlamentaria destacó que es necesario evaluar qué ha causado la situación actual y exigir que esta medida sea acompañada de una rectificación de conducta, de nada valdrá el sacrificio que una vez más le toca pagar el pueblo venezolano, quien además de colocar de su bolsillo más de la mitad del presupuesto nacional, es castigado continuamente por la inflación y ahora es asfixiado con el impacto, que la devaluación indudablemente tendrá sobre el precio de todo cuanto consumimos, no producido en el país y tenemos que traer de afuera, empezando por los alimentos, afectando a todos, pero indudablemente más, a quienes menos tienen recursos para enfrentar este nuevo golpe.

 

“Que el pueblo lo sepa o recuerde, aquí se advirtió sobre las consecuencias de expropiar y desarticular el aparato productivo en manos del sector privado, a causa de la retaliación política y el empeño del Estado por meter su mano y controlar todo, con la imposición de un modelo económico que ha pretendido estatizar la economía y que hoy tal y como vemos, fracasó en el intento; se desmanteló la producción de lo que teníamos y se satisfizo el consumo pero con las elevadas importaciones”, aseveró.

 

La diputada del partido del Sol acotó que la falta de reglas de juego claras, la creación de un marco legal dirigido a eliminar la ganancia como incentivo en la actividad económica, a desequilibrar los compromisos laborales, a desvirtuar la relación trabajadores-patronos, generaron un escenario poco atractivo para la inversión extranjera y propia.

 

“Una política fiscal dirigida a sostener un elevado gasto público producto del modelo clientelar, que ha logrado desestimular el desarrollo personal, sustituido por la dependencia casi parasitaria del Estado, en lugar de impulsar procesos en el ser humano para que pueda desarrollar sus talentos y habilidades, con las cuales aportar sus ideas y fuerza de trabajo para el desarrollo de la industria, el comercio, el pleno empleo formal estable, en mejores condiciones que redunden en la mejora de la calidad de vida de cada venezolano”, señaló.

 

Sampedro dijo que esa política del llamado socialismo del siglo XXI, ha dilapidado 500 mil millones de dólares, que en una proporción ha permitido la distribución de la renta petrolera pero sin retribución al ciudadano, una buena parte se fue al extranjero y otra buena parte, no sabemos dónde fue a parar porque, dónde está el crecimiento del interior del país, que permita descongestionamiento de las grandes ciudades, dónde están los grandes hospitales y escuelas dotadas y en servicio para los más pobres. Dónde está el crecimiento de los servicios públicos conforme a las demandas de la población, preguntó.

 

“No más mentiras, la devaluación si afecta a todo el pueblo, ya se dobló el costo de los servicios portuarios lo que afectará tanto al sector privado como el público, casi todos los alimentos que consumimos o la materia prima para su elaboración son importados y serán necesarios más bolívares para comprarlos, bolívares que luego pagaremos nosotros”, subrayó.

 

Añadió que el haberle quitado la mitad del valor al bolívar sí nos afecta como tantas veces lo hemos sufrido en el pasado. El problema no es de una burocracia parásita, ni de la especulación, exigimos un cambio de gestión conforme al modelo constitucional, para lograr el fin: satisfacer necesidades del pueblo, pero sin destruir los motores de la economía.

 

“O rectifica el Gobierno o el ‘desarrollo’ sólo será parte del discurso político del gabinete económico y mientras, continuamos sumidos en el círculo vicioso de la pobreza de los países rentistas con su consecuente atraso”, concluyó.