El terremoto de 8,8 grados que devastó varias regiones de Chile el 27 de febrero de 2010 ha tenido desde entonces unas 8.500 réplicas, según datos difundidos hoy por el Servicio de Sismología de la Universidad de Chile.
De esas réplicas, tres han alcanzado una magnitud superior a 7,0 grados Richter y 29 han sobrepasado los 6,0 grados, según las cifras, conocidas cuando los chilenos se aprestan a conmemorar el tercer aniversario de la catástrofe.
Según señaló al portal Emol Sergio Ruiz, sismólogo de la Universidad de Chile, las réplicas pueden extenderse durante varios años, mientras se siga liberando energía en el área sísmica, aunque la cantidad va disminuyendo de forma paulatina.
El terremoto del 2010 en Chile, considerado el quinto más fuerte ocurrido en el planeta desde que existen registros, fue seguido de un tsunami que arrasó varias localidades costeras e insulares del centro y sur del país, dejó más de 520 muertos, 800 mil damnificados y daños por 30.000 millones de dólares
La zona afectada abarcó de norte a sur, las regiones de Valparaíso, Santiago, O’Higgins, Maule, Biobío, donde se situó el epicentro, y La Araucanía y la mayor concentración de réplicas ocurrió inmediatamente después de ocurrido el terremoto, con 1.644 registradas en esas regiones en marzo de 2010.
La sismicidad de la zona se ha atenuado en la actualidad, con 96 sismos registrados el pasado enero, no todos perceptibles, pero de acuerdo con los datos de la Universidad de Chile, la cantidad de temblores se mantiene muy encima de la que había antes del terremoto de 2010.
En los últimos doce meses hubo en la zona afectada 1.120 sismos, que se comparan con los 189 registrados durante el año 2009, cifra que los expertos consideran “normal” para esa área.
Las réplicas se han concentrado mayoritariamente en las cercanías del balneario de Pichilemu, a unos 160 kilómetros al suroeste de Santiago, en la región de O’Higgins, punto que marca el extremo norte de la zona de ruptura provocada por el terremoto de 2010.
Según los expertos, es habitual que los extremos de las zonas de ruptura tras un gran terremoto concentren la mayor cantidad de réplicas, cuya cantidad y magnitudes son normales después de un movimiento como el ocurrido hace casi tres años.
“Al menos por los próximos dos años deberíamos tener un número significativo de réplicas”, subrayó Ruiz, que añadió que solamente cuando se recupere la sismicidad “normal” de la zona se dejará de hablar de réplicas y se denominará “sismos” a los nuevos temblores que se produzcan.
Las tres mayores réplicas generadas por el terremoto de 2010 ocurrieron con una frecuencia cercana a un año, la primera el 11 de marzo siguiente, tuvo una magnitud de 7,0 grados Richter y su epicentro se situó frente a Pichilemu.
La siguiente ocurrió el 2 de enero de 2011, su magnitud fue de 7,1 grados y el epicentro se localizó en el límite de las regiones del Biobío y La Araucanía a unos 600 kilómetros al sur de Santiago
La tercera se produjo el 25 de marzo de 2012, también con una magnitud de 7,1 grados y su epicentro estuvo frente a la ciudad costera de Constitución, a unos 370 kilómetros al suroeste de Santiago, en la región del Maule.
A juicio de Sergio Ruiz, aún no se puede descartar la ocurrencia de una réplica de mayor magnitud en el área del terremoto del 2010, aunque es más improbable a medida que pasa el tiempo. EFE