Las urnas abrieron el lunes en Italia para el segundo y último día de votación en las elecciones generales, en las que el aumento del voto de protesta podría llevar a un resultado incierto que ponga en peligro las reformas económicas, informa Reuters.
“Estoy harto de los escándalos y de los robos”, dijo Paolo Gentile, un abogado de Roma de 49 años que dijo haber votado por el Movimiento Cinco Estrellas, un grupo de protesta nacido hace pocos años y que se espera tenga un enorme impacto en sus primeras elecciones generales.
“Necesitamos gente nueva y joven en el Parlamento, no los partidos viejos, que están totalmente desacreditados”, agregó.
Los sondeos dan una ventaja muy ajustada a la coalición de centroizquierda liderada por el ex ministro de Industria Pier Luigi Bersani, pero la carrera está muy abierta ante la perspectiva de un enorme voto de protesta -impulsado principalmente por el Movimiento Cinco Estrellas- contra la austeridad y una oleada de escándalos políticos y empresariales.
La amarga campaña electoral, centrada sobre todo en la economía, ha sido seguida muy de cerca por los mercados financieros, aún recelosos después de la crisis de la deuda que acercó a la zona euro al desastre y provocó la caída de Silvio Berlusconi y la llegada del tecnócrata Mario Monti como primer ministro en el 2011.
Hay mucho en juego en la zona euro. Italia es la tercera mayor economía de los 17 países con la moneda única, y la perspectiva de una parálisis política podría despertar el riesgo de una inestabilidad peligrosa en los mercados.
“Hay parecidos entre las elecciones de Italia y las del año pasado en Grecia en cuanto a que los partidos pro-euro están perdiendo apoyo en favor de formaciones populistas”, dijo el economista jefe de Mizuho, Riccardo Barbieri.
“Una opinión pública enfadada y confusa no ve los beneficios de la austeridad fiscal y no se fía de los partidos políticos tradicionales”, agregó.
Las urnas se cierran a las 15.00 hora local (1400 GMT), y se esperan los sondeos a pie de urna pocos minutos después. Por la tarde se darán a conocer proyecciones basadas en el recuento, mientras que el resultado final se conocerá por la noche o en la madrugada del martes.
Se espera que el resultado sea el más fragmentado en décadas, y que la vieja división izquierda-derecha quede superada por la irrupción del movimiento creado por el cómico Beppe Grillo, y por la decisión de Monti de presentarse al frente de una coalición de centro.
“Será sobre todo un voto de protesta, quizá de revuelta”, publicó el lunes el Corriere della Sera, el mayor diario del país.
No está claro cuánto influirá en el resultado el ascenso de Grillo, y a quién beneficiará.
La participación tras el primer día de votación se situó en el 54 por ciento, frente al 62,5 por ciento del domingo electoral del 2008. El mal tiempo perjudicó la asistencia a las urnas en las primeras elecciones desde la posguerra en Italia que se celebran en invierno.
El Movimiento Cinco Estrellas, que tiene el apoyo de los jóvenes, frustrados por la falta de empleo, podría incluso situarse segundo, por encima del Pueblo de la Libertad de Berlusconi.
“Vamos, no ha terminado”, dijo el titular de portada del lunes de Il Giornale, propiedad del hermano de Berlusconi, llamando a sus simpatizantes a acudir a las urnas.
El multimillonario empresario y político de 76 años ha prometido fuertes recortes de impuestos y se ha hecho eco de las críticas de Grillo a Monti, Alemania y el euro en una campaña mediática que recortó a la mitad la ventaja del centroizquierda.
Mientras, el apoyo a Monti se ha desvanecido, y podría quedar cuarto.
Si Bersani gana, no está claro que pueda controlar las dos cámaras parlamentarias y formar un gobierno estable que pueda durar los cinco años de mandato.
Las leyes electorales garantizan una fuerte mayoría en la Cámara de los Diputados al partido o coalición más votado. Sin embargo, el Senado se basa en las regiones, y en varias de ellas el resultado está demasiado ajustado: por ejemplo, en Lombardía, en el norte industrial y rico, o Sicilia.
Muchos políticos y analistas esperan una alianza entre Bersani y Monti. Bersani ha prometido mantener las líneas generales de las reformas de Monti, del que ha dicho que podría ofrecerle un puesto en el Gobierno, pero ha dicho que hará más por impulsar el crecimiento.