“Ya no seré Papa sino un simple peregrino que se encamina para su última etapa como peregrino en la tierra”, afirmó desde el balcón del la residencia papal donde residirá los próximos dos meses antes de retirarse en un monasterio del Vaticano.
“Gracias, gracias de corazón”, dijo el Papa.
“Quisiera trabajar aún con todo mi corazón, con mi amor, oración y reflexión por el bien de la Iglesia y por el bien de la humanidad”, agregó, al tiempo que los fieles clamaban: “Viva el Papa”, “Viva el Papa” y lo aplaudían, reseñó Afp.
La agencia Efe destacó que “desde las ocho de esta tarde ya no seré más el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, sino un simple peregrino que inicia la última etapa de su vida”, dijo Benedicto XVI en Castel Gandolfo, en su último acto público como papa.
El papa Ratzinger, que llegó en helicóptero a Castel Gandolfo desde el Vaticano, saludó a los miles de fieles que le esperaban delante del palacio apostólico donde se alojará en su nueva etapa como papa emérito.
“Estoy muy feliz por estar aquí entre vosotros, circundado de la naturaleza y vuestra simpatía, que agradezco, así como vuestra amistad”, dijo en medio de una fuerte ovación y cánticos de “viva el papa” y “Benedicto, Benedicto”.
El Obispo de Roma subrayó que hoy, el último día de su pontificado, es “diferente a los precedentes”.
“No seré más el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica a las ocho de esta tarde. Seré un simple peregrino, que inicia la última etapa de su peregrinación en esta tierra”, agregó el papa alemán, que tuvo un pequeño lapsus linguae (de idiomas) al hablar en italiano, improvisando.
Benedicto XVI aseguró que quiere seguir trabajando, “con el corazón, con mi amor, mi plegaria y mis reflexiones, por el bien de la Iglesia y el bien común de la humanidad”.
Su breve discurso fue interrumpido en varias ocasiones por los presentes, muchos de los cuales no pudieron contener la emoción y rompieron a llorar, sabedores que era el último acto público de Benedicto XVI.
El papa Ratzinger llegó a Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, procedente del Vaticano a las 17.24 horas local (16.24 gmt), 17 minutos después de abandonar el pequeño estado.
Allí fue recibido por el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato del Vaticano (ente que gestiona el pequeño estado, del que depende la Villa Pontificia de Castel Gandolfo); el arzobispo Giuseppe Sciacca, secretario del Governatorato; el obispo de Albano, diócesis a la que pertenece la villa, Marcello Semeraro; el director de la Villa Pontificia, Severio Petrillo; la alcaldesa del pueblo, Milvoa Monachesi, y el párroco, Pietro Diletti.
A su llegada, las campanas de la localidad comenzaron a repicar y los vecinos tienen previsto realizar una concentración con antorchas cuando se vaya la luz solar.
A las ocho de esta tarde, hora de Italia (19.00 gmt), concluirá un papado que comenzó el 19 de abril de 2005, cuando el cardenal alemán Joseph Ratzinger fue elegido en el primer cónclave de este tercer milenio sucesor de Juan Pablo II. EFE
Fotos Efe y Reuters