El vicepresidente Nicolás Maduro y el gobierno mantienen una campaña permanente anunciando que hay una “guerra económica contra Venezuela”. Acusan a los “oligarcas y la derecha de haberse cogido los dólares de Cadivi provocando la escasez”. Usan esos términos para justificar la devaluación del bolívar. Nunca dirán que la culpa es de ellos y mucho menos de sus ineficientes ministros.
Lo cierto es que un informe del American Energy Institute revela la verdad que el régimen esconde. Solamente 330.000 barriles de los que producimos son pagados en dinero a Venezuela. No hay otra entrada de divisas. Recuerden que China ha pedido oro para que le paguen su deuda billonaria. Ante esa realidad y la emergencia financiera parece que las opiniones del jefe de Pdvsa (“el único que sabe donde están colocados los reales”) y del jefe del BCV, Nelson Merentes, podrían imponerse.
Se iría de nuevo a la permuta (tan estigmatizada por Giordani) subastando entre varias casas de bolsa Bonos de la Deuda Pública. La idea planteada esta en ofrecer dólares a 12 bolívares para subastarlos -con ganancias,claro, para ellas y el gobierno- con el compromiso de que una tercera parte de lo que se recoja se destine a inversión de Pdvsa para aumentar su producción tan mermada y entregada a otros países ante la necesidad de tener dinero para las campañas electorales y el aumento de las misiones proselitistas…