“Tenemos la mirada puesta en el oeste de Caracas y nuestro corazón y esfuerzo está con los más humildes, nada ni nadie nos saca de aquí”, expresó Antonio Ecarri, presidente de la Fundación Arturo Úslar Pietri, durante la inauguración de la Casa del Lápiz dedicada a los niños en el sector El Guarataro, parroquia San Juan de Libertador. “Estamos demostrando lo que se puede hacer con la educación como premisa, aquí arriba en el cerro”.
Ecarri ratificó que “nuestro compromiso es con los sectores populares de Caracas. Por eso hoy estamos abriendo esta segunda Casa del Lápiz para atender a niños y ofrecer espacios para la educación y la cultura. Para la gente lo importante no son los acuerdos entre políticos, sino la esperanza popular de tener una mejor ciudad, y eso sí es posible con proyectos como éste. Caracas no puede ser condenada al abandono de unos ni a la indiferencia de otros”.
La Casa del Lápiz El Guarataro forma parte del proyecto social y educativo que emprende la Fundación Úslar Pietri y que cuenta ya con una primera casa dedicada a las mujeres en el sector Los Eucaliptos. “Este espacio surge de la propia comunidad. Se organizan, ofrecen un espacio dentro de sus hogares e inician talleres y cursos que les permitan adquirir un oficio e incorporarse a la vida productiva. Este es un modelo que debemos replicar en toda Caracas: formación e inclusión, para que nadie se quede atrás” indicó Ecarri.
El presidente de Faup relató que en principio esta Casa del Lápiz surgió como espacio de estudio y tareas dirigidas. Sin embargo, la propia comunidad planteó la creación de un espacios para la ayuda pedagógica que atienda a los niños con mayores dificultades de aprendizaje, déficit de atención y problemas de conducta. “En este caso, los niños son los beneficiados. Queremos que este espacio permita superar todas las dificultades que se les presenta en el proceso educativo, así los estamos incentivando y apoyando en su formación”.
Durante la primera clase participaron dirigentes sociales, vecinos, padres y niños en una jornada llena de alegría, educación y cultura. Con las bendiciones del padre Heinz Escorche se abrieron las puertas de la casa donde hubo actividades como dibujo, escritura creativa y lectura. “Estamos en permanente campaña contra la violencia y sólo lo conseguimos a través de la educación y ofreciendo oportunidades en los sectores populares. Donde no llega nada, llega la educación”.
Zulay Artahona, promotora y dirigente comunal, es la responsable de La Casa del Lápiz dedicada a los niños. Junto a Glenys Riquett, maestra de años en el sector, estarán formando a más de 50 niños de escasos recursos entre 4 y 12 años de edad. “Toda la comunidad de El Guarataro está agradecida de que la Casa del Lápiz sea una realidad porque estamos trabajando con los niños que más necesitan nuestro apoyo”.