La posición de los trabajadores de Ferrominera Orinoco se mantiene inamovible. Dicen que hasta que no reciban el depósito de los pasivos laborales, mantendrán detenido el despacho de mineral de hierro a la cadena ferrosiderúrgica, informa el Correo del Caroní.
La briquetera Venprecar -que depende del grueso de mineral- detuvo sus operaciones el jueves y ayer tuvo que hacerlo Orinoco Iron, cuyo insumo es el fino de mineral de hierro.
Otras empresas del sector, como el Complejo Siderúrgico de Guayana (Comsigua), no pudieron retomar las operaciones por el bajo inventario de materia prima.
El riesgo sigue latente porque los tiempos se acortan. Sidor, que carga a cuestas con el suministro de pellas para el sector por la desincorporación de la planta de FMO, tiene material hasta el martes.
De prolongarse la manifestación, la paralización de la industria será total en pocos días y devastadora, indicó el presidente de Ferrominera Orinoco, Radwan Sabbagh, en una rueda de prensa en la que se hizo acompañar por gerentes de la empresa, así como los titulares de Comsigua y Orinoco Iron.
Incalculable
Sabbagh fue minucioso al explicar las consecuencias para la industria. Aunque considera “muy justo” el reclamo del personal, cuestiona la radicalización de la protesta, en especial, la obstaculización del despacho al mercado internacional (un 30 por ciento de la producción), con el cual han sobrevivido en los últimos meses.
“El hecho de haber perdido los embarques de esta semana, significa, para los trabajadores de Ferrominera, la no cancelación de la nómina por falta de dinero. Lo que quiero decir que este paro ha quebrado a la empresa, lo digo muy responsablemente; éste junto con otros paros más”, dijo.
De acuerdo con sus cálculos, por cada día de paralización la empresa pierde 18 millones de dólares por día. Por esa razón evalúan activar la cláusula “fuerza mayor” prevista en los contratos de venta de mineral. Esa medida blinda a la empresa de posibles demandas por parte de los clientes por el incumplimiento en la entrega del producto.
Por la recapacitación
Sobre la resolución del conflicto, Sabbagh no hizo alguna oferta puntual. Se circunscribió a contar su versión de lo suscitado en las últimas semanas y se desentendió de la responsabilidad del Ejecutivo en este sentido.
Rememoró que el último paro, el pasado 14 de febrero, terminó en buena lid: las briqueteras se comprometieron a amortizar a la deuda de 2.500 millones y con ello, FMO pagó parte de la caja de ahorro y a algunos proveedores del abasto conocido como comisariato.