Una fuerte discusión sobre religión entre dos amigos en estado ebrio el miércoles pasado provocó los actos violentos del sábado en Lahore, en el este de Pakistán, durante los cuales miles de musulmanes incendiaron más de 100 casas de cristianos, informaron este domingo la policía y testigos.
Por otro lado, la explosión de una bomba este domingo en el noroeste de Pakistán mató a una niña de cuatro años e hirió a otras tres, informó un funcionario.
El sábado, más de 3.000 musulmanes iracundos asaltaron Joseph Colony, un barrio cristiano de Lahore, después de que un cristiano fuera detenido el viernes acusado de haber blasfemado contra el profeta Mahoma el pasado miércoles. Estos hechos no causaron víctimas.
La policía indicó que detuvo a más de 60 personas sospechosas de haber participado en los actos violentos y el portavoz del gobernador de la provincia de Punjab prometió que los agitadores serían conducidos ante un tribunal antiterrorista.
Sawan Masih fue detenido el viernes después de que un amigo musulmán, Shahid Imran, lo denunciara por blasfemar, un crimen punible con la pena capital en Pakistán. Por el temor a represalias, numerosos cristianos abandonaron sus hogares, en un país que cuenta con 180 millones de habitantes de los que el 97% son musulmanes.
Los dos amigos “estaban borrachos el miércoles cuando discutieron” por la religión, explicó a la prensa Multan Jan, oficial de policía responsable de la zona. Nabila Ghazanfar, una portavoz de la policía de Punjab, anunció más tarde que cuatro altos responsables, entre ellos Multan Jan, fueron destituidos por “negligencia” y por fracasar en el control de los agitadores.
Las víctimas recibirán 200.000 rupias (unos 1.600 euros) cada una en compensación y las autoridades asumirán los costes de las reconstrucciones, según el Gobierno de Punjab.
Por otra parte, en la localidad de Landi Kotal, en la región tribal de Jyber (noroeste del país), una niña de cuatro años murió y otras tres resultaron heridas por la explosión de una bomba activada por control remoto cerca de una mezquita.
La bomba estaba colocada en la pared exterior de la mezquita, dijo el responsable de la administración local Shakeel Burki.
“El atentado mató a una niña de cuatro años e hirió a otras tres, una de ellas de gravedad”, dijo.
Nadie reivindicó la responsabilidad del atentado. Los actos violentos, incluidos los atentados, que sufre Pakistán plantearon interrogantes sobre la seguridad en un momento en que el país se prepara para unas elecciones generales previstas en mayo. AFP