Mucho se ha especulado sobre la relación que existe entre la longitud de los dedos de las manos y el tamaño del aparato reproductor masculino. Investigadores coreanos dirigidos por el Dr. Tae Beom Kim, de la Universidad de Gachon, Corea del Sur, lograron establecer la relación que existe entre ambas partes del cuerpo y darle un fundamento científico a lo que por décadas ha sido una creencia popular.
En el estudio, 144 hombres mayores de 20 años que presentaban un problema en sus vías urinarias, fueron observados clínicamente. Se les midió la extensión de su genital y, por otro lado, la extensión de los dedos de sus manos, todo esto mientras los pacientes se encontraban bajo los efectos de la anestesia para evitar que la conciencia del examen pudiera influenciar los resultados.
Los resultados de la investigación, publicada en Asian Journal of Andrology, se centraron en la información que arroja el dedo índice y anular. Al realizar una comparación entre ambas medidas, se sugiere que aquellos hombres cuyo dedo índice (el segundo, 2D) es menor al dedo anular (cuarto, 4D), tienen una longitud de pene mucho más extensa. De esta forma, los científicos concluyeron que “sugerimos que la proporción digital puede predecir el tamaño de genital adulto”.
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La ciencia ya ha desarrollado diversos estudios sobre la proporción 2D:4D y su relación con la reproducción. De hecho, uno de los científicos más reconocidos en este tema es el doctor John Manning de la Universidad de Liverpool, quien ha investigado sobre el nivel de testosterona y estrógeno a los que está expuesto el feto y el desarrollo de los dedos de sus manos en la etapa pre natal.
El doctor Manning (2002) sostiene que los hombres tienden a tener más largo el cuarto dígito, debido a una alta concentración de testosterona durante el desarrollo de la etapa prenatal, la que tendría influencia en conductas futuras, características morfológicas y habilidades físicas. Mientras que las mujeres tienen normalmente ambos dedos de similar tamaño.
En el caso de los hombres con dedos anulares especialmente largos, tendrían mayor riesgo de padecer autismo, dislexia, tartamudez o disfunciones inmunes (relacionadas todas con un exceso de testosterona prenatal). También tendrían mayores probabilidades de ser padres de un número mayor de hijos varones. Mientras que en el caso de tener los dedos anulares demasiado cortos, habrá más riesgo de padecer enfermedades cardíacas y de tener problemas de infertilidad.
Respecto a si los resultados del estudio coreano son extrapolables a otras poblaciones, Denise Brooks, del departamento de Biología del Skidmore College de Nueva York (EE.UU.) advirtió que los participantes estudiados son asiáticos, los que tienen dimesiones distintas a otras poblaciones, por lo que no es totalmente seguro que refleje la realidad de otras culturas.