“Perdóname por lo que he hecho” fueron las últimas palabras de Elisandro Gómez Rodríguez, de 21 años. La oración de despedida se la dijo a Zulay Pérez, con quien compartió los últimos meses de su vida. La mujer no pudo comprender lo que pasaba, trató de ayudarlo pero todo fue en vano, su casa ubicada en el municipio Jesús María Semprún quedaba muy lejos del Hospital, reseña el diario La Verdad.
El joven colombiano murió a las 8.00 de la mañana del sábado. Su concubina comentó frente a la morgue forense de Maracaibo que su pareja estaba deprimida. Ese día no quiso pararse de la cama a ordeñar las vacas como era de costumbre. “Me dijo que fuera yo, que se sentía mal y así lo hice”. Mientras ella cumplía con sus labores su hija de 11 años la interrumpió, le avisó que Gómez estaba vomitando un líquido blanco. Al enterarse corrió hasta la casa y lo vio agonizando. Apenas podía hablar del dolor, solo alcanzó a pedir perdón antes de su muerte.
Pérez comentó que luego encontró el líquido tóxico que le habría quitado la vida a su amor de forma inmediata. Se trataba de un veneno que se usa para bañar al ganado, el producto elimina pulgas o cualquier insecto que entre en contacto con el mismo.
El cuerpo sin vida del obrero ingresó a la morgue forense de Maracaibo para hacerle los exámenes médicos de rigor. La Policía científica investiga el caso para determinar si en realidad se trata de un suicidio.