La AAI precisó en un comunicado que el hallazgo se produjo de forma fortuita en unas excavaciones previas a la construcción de una línea férrea en la denominada intersección Ahihud, norte de Israel.
Las excavaciones se desarrollan en un área que abarca unos 1.800 metros cuadrados, donde aparecieron restos principalmente de dos períodos históricos: el Neolítico previo a la alfarería, y el período calcolítico o Edad del Cobre temprano (entre el séptimo al quinto milenio a.C.).
De acuerdo a los arqueólogos Yitzhak Paz y Yaakov Vardi, directores de la excavación, “por primera vez en el país, se han descubierto edificaciones completas y varios niveles de habitaciones de estos períodos tempranos y se han encontrado una cultura de ricos materiales en la zona”, del Neolítico previo a la alfarería.
Entre los hallazgos de este período se han localizado además de las cabezas de flecha de sílex y obsidiana, gran cantidad de hachas de piedra pulidas y de pequeño tamaño, así como herramientas, cantos y guijarros de piedra.
La obsidiana, material foráneo de esta zona, indica las relaciones comerciales que existían entre los antiguos habitantes del asentamiento con zonas que hoy corresponden a Turquía o Georgia, entre otras.
Entre los hallazgos más importantes figura el de miles de semillas de habas calcinadas encontradas dentro de un hoyo.
“Las sociedades neolíticas y calcolíticas eran agrarias y residían en aldeas, y durante estos períodos fue cuando tuvo lugar la revolución agrícola, cuando las plantas y animales fueron domesticados”, apuntan los directores de la excavación.
“Este es uno de los ejemplos más tempranos del cultivo adecuado de legumbres en Oriente Medio”, subrayan.
Los restos de la Edad del Cobre temprana (quinto milenio a.C.) encontrados incluyen una aldea en la que había edificios con habitaciones rectilíneas, paredes gruesas e instalaciones construidas con piedra, arcilla y cubiertas con argamasa.
Asimismo, fueron localizados gran cantidad de vasijas, herramientas y utensilios de piedra, y unas piezas artísticas únicas, entre las que figura una con forma fálica y una paleta sobre la que hay un grabado esquemático de los genitales de una mujer, símbolos que también representan la fertilidad de la tierra.
Un análisis preliminar de huesos de animales encontrados en el yacimiento apunta a que el cerdo era uno de las principales elementos de la dieta de los antiguos habitantes. EFE