El metropolita Hilarión, jefe del departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, saludó hoy la elección del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa.
“Esperamos que las relaciones entre nuestras iglesias se fortalezcan. El papa Francisco en más de una ocasión ha expresado su profunda simpatía con la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) y su deseo de entablar estrechos contactos”, dijo Hilarión en rueda de prensa.
El jefe de la diplomacia de la IOR destacó que Bergoglio “visitó más de una vez la catedral ortodoxa de Buenos Aires” e intercedió en 2007 ante el Gobierno argentino cuando la iglesia ortodoxa tuvo problemas con las autoridades locales.
“Estos factores no dan esperanza de un desarrollo positivo de nuestras relaciones. Espero que pronto podamos hablar de temas concretos”, dijo.
Hilarión subrayó que “para muchos este nombramiento ha sido sorprendente (…), ya que el nombre del cardenal Bergoglio no figuraba en las listas” que circularon antes del cónclave.
“Al mismo tiempo, es un arcipreste que tiene una gran autoridad, (…), es muy conocido en América Latina como una persona que ha centrado su atención antes que nada en servir a los pobres y desposeídos”, indicó.
En su opinión, “cuando los cardenales tomaron su decisión se fijaron en la personalidad del nuevo papa, pues querían que su estilo sea atractivo para la gente”.
“Para que la gente vea en él un pastor que se preocupa (…), en primer lugar, del servicio a la gente (…). Yo creo que eso determinó la elección del cónclave…”, opinó.
El metropolita destacó que católicos y ortodoxos deben cooperar a la hora de combatir “los problemas sociales” y “salir en defensa de los cristianos perseguidos y represaliados en diferentes partes del mundo, principalmente en el norte de África y Oriente Medio, y también en los países católicos tradicionales”.
Hilarión recordó que “durante el mandato del papa Benedicto XVI se produjo un desarrollo positivo de las relaciones entre ambas iglesias”.
Recientemente, Hilarión descartó en declaraciones a Efe una posible visita del nuevo pontífice a Rusia, “un país ortodoxo donde la Iglesia va por la senda del renacimiento tras setenta años de persecución” soviética.
“Este asunto fue excluido por Benedicto XVI. Eso sí, se puede hablar de una reunión entre el papa y el patriarca en un terreno neutral, es decir, no en Rusia ni en Italia”, indicó.EFE