Los restos del fallecido gobernante venezolano Hugo Chávez reposan en un sepulcro sellado que es custodiado por cuatro soldados en el Museo 4 de Febrero, convertido en lugar de peregrinación y espacio de visitas guiadas para sus seguidores.
En las afueras del Cuartel de la Montaña, donde se encuentra el Museo 4 de Febrero, simpatizantes de Chávez hacen desde el pasado fin de semanas breves colas para visitar el lugar de reposo del mandatario, una imagen que contrasta con las inmensas filas que se observaron cuando el presidente era velado en capilla ardiente en la Academia Militar de Caracas.
Por Nélida Fernández/ Efe
Por la Academia pasaron durante nueve días cientos de miles de personas para dar el último adiós y observar el rostro del gobernante en el féretro, algo que ya no se puede hacer.
El cuerpo del presidente fue trasladado el pasado viernes al Cuartel de la Montaña, en el centro de Caracas, tras recorrer en un coche fúnebre más de 18 kilómetros en una caravana fúnebre arropada por miles de seguidores.
“Me pareció bien el lugar, el museo, pero ¿por qué no lo puedo ver? me hubiese gustado verlo”, dijo a Efe Maritza Velázquez que lamentó no poder observar a su líder cuando estuvo en la capilla ardiente desde el 6 de marzo, un día después de su muerte.
El Gobierno ha organizado las visitas en grupos de alrededor de quince personas, que hacen un recorrido a lo largo de unos 300 metros en los que ingresan a tres salas principales: dos que exhiben fotos de las diferentes etapas de la vida del mandatario y una, central e iluminada, en la que se encuentran sus restos.
El cuerpo de Chávez se encuentra ahora resguardado en un féretro alojado dentro de un sepulcro de mármol ubicado sobre una base que simula una flor.
“La flor de los cuatro elementos”, como se llama, está rodeada de agua y diseñada especialmente para que los visitantes pasen, la rodeen y continúen su camino.
Luisa González, un ama de casa que viajó desde el estado Aragua, al oeste de Caracas, para visitar a su “presidente bello”, aseguró a Efe entre lágrimas que estar en el lugar del sepulcro “da escalofríos”, mientras afirmaba que podía sentir a Chávez “como si estuviera allí”.
“Él es muy grande, un hombre muy grande, no tiene comparación con nada, es un ser para toda la vida, él está aquí con nosotros”, señaló González, quien pidió una “película sobre Chávez” para poder verlo siempre.
Al terminar el recorrido, los visitantes reciben un pequeño libro que contiene completa la última alocución pública de Chávez el 8 de diciembre, días antes de someterse a la última intervención quirúrgica en Cuba el 11 de diciembre, de la que no pudo recuperarse.
Quienes se animan a visitar el Cuartel de la Montaña cuentan con transporte gratuito desde el centro de la ciudad hasta el museo, ubicado en una loma del tradicional barrio del 23 de Enero, bastión de la izquierda en la capital venezolana.
Dixon Osuna, un seguidor proveniente del estado Barinas, tierra natal de Chávez, pidió a los venezolanos ir a observar el lugar “de descanso del presidente”.
Chávez murió el pasado 5 de marzo en el Hospital Militar de Caracas a los 58 años fruto de un cáncer, del que no se reveló su tipo, que le fue detectado en junio de 2011. EFE