Julio Campos golpeó a la abuela de sus víctimas de 12 y 17 años para violarlas. Danilo Vílchez, director de Polisur, explicó durante las investigaciones que un vecino acusó a Campos de siempre tener una actitud sospechosa, pero que sin pruebas no podía hacer nada. Así lo informó el diario La Verdad.
La oscuridad resultó ser la aliada perfecta para que Julio José Campos Fuenmayor, de 23 años, saciara sus más bajos instintos. A la 1.15 de la madrugada el hombre salió de su casa, ubicada en el sector Carabobo de la urbanización José León Mijares, en San Francisco, para meterse en la vivienda de al lado y violar a una niña de 12 años y a su hermana de 17.
El hombre subió al techo de zinc de la humilde morada donde las jóvenes residen con su hermano de dos años y su abuela de 73. Con su fuerza logró abrir espacio suficiente para entrar. La anciana se percató de su presencia y le ofreció que se llevara lo que le diera la gana. El sujeto la noqueó con un solo golpe.
Los ruidos despertaron a las muchachas, quienes salieron hasta la sala donde encontraron a su abuela tirada en el piso y a su pequeño hermano llorando. El sujeto se abalanzó hacia donde estaban ambas y las manoseó. Ellas, principalmente la mayor, intentaron resistirse, pero Campos sacó lo que parecía ser un arma blanca y las amenazó.pica a la hora de satisfacer sus morbo.
Tras permanecer más de una hora en la casa cometiendo actos lascivos y violando a las adolescentes se fue por donde entró. Cuando la anciana se recuperó salieron a poner la denuncia. A las 5.45 de la mañana funcionarios de la Policía municipal de San Francisco salieron a buscar al delincuente.
Cuando la unidad llegó al sitio los vecinos estaban golpeando a Campos. La Policía intervino antes que todo se pusiera peor. En la requisa los oficiales hallaron una cuchara entre las pertenencias del señalado. Al parecer con la oscuridad de su lado usó la cuchara para amenazar a sus víctimas haciéndola pasar por un cuchillo.
Danilo Vílchez, director de Polisur, explicó durante las investigaciones que un vecino acusó a Campos de siempre tener una actitud sospechosa, pero que sin pruebas no podía hacer nada. “Al parecer ya había intentado, sin éxito, hacer algo similar en el sector donde residía antes”.
Aseguró que el detenido se encuentra a la orden del Ministerio Público. El ente será el responsable de ordenar una prueba toxicológica para determinar si estaba bajo efectos del alcohol o de alguna sustancia psicotrópica a la hora de satisfacer sus morbo.