Una comunidad indígena ecuatoriana azotó públicamente y multó a uno de sus miembros acusado de abusar sexualmente de un menor, en aplicación de la llamada justicia aborigen que ha sido censurada por el gobierno, informó el miércoles la prensa local.
Alejando Chuqui fue flagelado por su propia madre y varios comuneros con plantas de ortiga y látigo en el poblado de Sisi, en la provincia de Cañar (sur), tras una audiencia que lo halló culpable de violación.
“No es que ha violado ayer, sino que viene haciéndolo desde 2010”, dijo al canal privado Teleamazonas Manuel Pauta, miembro de la comunidad.
Además del escarnio y los azotes, Chuqui fue condenado a pagar 10.000 dólares a los padres de la víctima, tendrá que sembrar 10.000 plantas y no podrá salir del cabildo durante un año.
“Los 10.000 dólares son para sanear (reparar) a la persona afectada, realmente queremos ver la evolución de este menor”, declaró a la misma televisora el nativo Rafael Duchi.
Según el reporte, Chuqui ya estuvo tres meses en prisión luego de que la madre del menor denunció el caso ante la justicia ordinaria.
Castigos similares provocaron en el pasado un enfrentamiento entre indígenas y el gobierno. El presidente Rafael Correa denunció esos actos como torturas y tentativas de asesinato y anunció una enmienda a la norma constitucional que consagra la justicia ancestral.
El mandatario izquierdista también criticó que se pretenda suplantar la labor de la fiscalía y los jueces.
En uno de los casos más graves, aborígenes mataron a dos hombres en la hoguera y martirizaron a otro en mayo de 2010.