El motivo de la pelea quedó bajo la silla donde permanecía sentado Josué Jesús Blanco Ríos, de 34 años, antes de su muerte. El teléfono estaba manchado con sangre y casi destrozado; el objeto fue la causa del asesinato. El hombre debía parte de su costo, exactamente 100 bolívares tenía que pagar a “Pablo”, un delincuente conocido en el sector 18 de Octubre que estaba harto de esperar por su dinero.
A las 7 de la mañana de ayer, en la avenida 2 con calle N, quedó frente a la casa de su madre el cuerpo sin vida de Blanco. Su progenitora lo escuchó discutiendo, pensó que hablaba con su esposa, al parecer la pelea se tornó tan violenta que sonó un ruido estruendoso. Había lanzado el teléfono fijo al suelo. Salió a ver qué pasaba y se encontró que su hijo enfrentaba a “Pablo”, este le pedía dinero. Ella se atrevió a decir que se lo pagaría luego, pero no fue escuchada. El homicida sacó su arma blanca, escondida entre su ropa, y apuñaló a su deudor.
Al ver a uno de sus hijos desangrándose, gritó. Horrorizada entró a su casa a pedir ayuda. No pasó mucho tiempo cuando el corazón de Blanco dejó de latir. Su cuerpo manchó la acera donde quedó sin vida. “Pablo”, el colombiano que lo mató corrió sin rumbo por toda la avenida principal. La mujer, al no poder hacer otra cosa que llorar, buscó una sábana y se la puso encima del cuerpo de su consanguíneo.
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