“José Manuel siempre agredió a Eleana. La amenazaba con cuchillos, la violó y hasta la hizo a abortar, luego de darle una golpiza”, así relató Elaine Torres, el horror que vivió su hermana, durante cinco años de relación al lado de su exmarido, quien se convirtió en su homicida, la noche del lunes.
Eleana Victoria Torres Rossito, de 25 años, murió al ser degollada por José Manuel Cote, en una calle oscura, del barrio El Progreso, donde residía, junto con sus dos hijas.
Eleana decidió separarse de ese hombre, hace un año, porque le tenía miedo, pero él nunca lo asimiló y la acosaba hasta el punto de amarrarla en la cama”, refirió Torres.
“Cuando nació Victoria, su hija de tres años, las amenazas y el maltrato se intensificaron. Ella decidió dejarlo por el bienestrar de sus hijas y hace seis meses comenzó a salir con Jonathan Fernández, pero fue peor.
El miércoles de la semana pasada, la encerró en la casa y la tenía sometida con dos cuchillos. Eleana como pudo me envió un mensaje de texto que decía: ‘hermana aquí está José Manuel y me quiere matar’. Al llegar a la casa él escapó. Ella estaba sentada en una mecedora llorando”, recordó la familiar.
A raíz de ésto, Eleana abandonó la casa, pero regresó el sábado siguiente.
Jonathan Fernández, la nueva pareja de Torres, quien también fue agredido con el arma blanca en el cráneo por el homicida, relató los amargos minutos que vivió cuando Cote mató a su mujer.
Con su mano derecha y la cabeza vendada; y con ocho puntos de sutura en el cuello, tras las heridas propinadas, Fernández contó que “a las 6:00 de la tarde, del lunes, fue el primer encontronazo con Cote. Quiso hablar conmigo. Decía que ‘no tengo problema en que vivan juntos. Solo quiero estar pendiente de mi hija’.
A las 9:00 de la noche, la acompañé a la farmacia porque se sentía mal y fue cuando nos atacó. La tomó del pelo y la lanzó al suelo. Yo intenté defenderla, pero no pude porque la agarró por el cuello y me decía ‘si te acercas la mato a ella y luego te mato a vos. Si no estas conmigo no vas a estar con nadie’, le decía a Eleana.
Primero la atacó en el abdomen y luego en el cuello, mientras yo le suplicaba que no le quitara la vida. Cuando la vi muerta en el piso me salté la cerca de una casa y me refugié porque temí por mi vida. Él huyó y ya está preso. Confesó lo que hizo, pero es mentira que todo ésto fue por unos mensajes. Siempre la amenazó y la maltrató”, aseguró Fernández.
“Mi hermana era una mujer entregada a sus hijas. Era alegre y siempre luchó por darles todo. Hace poco le encontró un trabajo a José Manuel como vigilante, pero renunció antes de cometer el crimen. Tenía todo planeado”, dijo Torres.
En las pompas fúnebres de Maracaibo, ubicada en el sector Haticos por Arriba, la sala Corazón de Jesús fue invadida por familiares y allegados, quienes entre lágrimas lamentaron el dantesco hecho que les arrebató la madre a dos niñas, de tres y ocho años.
“Solicitamos cuatro veces medida de protección ante las autoridades, pero nunca llegó. Eso le pudo haber salvado la vida a mi hermana”, lamentó Torres.
Los restos de la mujer fueron sepultados en el cementerio Jardines La Chinita, la tarde de ayer.