A una semana de las elecciones presidenciales en Venezuela, el candidato opositor, Henrique Capriles, inició hoy la cuenta atrás de una campaña atípica y a contrarreloj confiado y retador.
El entrenamiento que le dieron los comicios de octubre se nota y, seis meses después de haberse enfrentado al fallecido presidente, Hugo Chávez, Capriles aparece más frontal y directo en sus actos para deleite de su público.
“Está crecido y eso es lo que nos gusta”, dijo a Efe Saleilit Cabrera, una profesora de 38 años que asistía a su mitin en Barcelona, en el costero estado Anzoategui (este).
“Esta mejor, con mas fuerza”, consideró por su parte Anneri Aguachi, una peluquera de 48 años y madre de cuatro hijos, que asegura que ya tiene ocho votos garantizados para Capriles.
Luego de haber realizado ayer un ejercicio de fuerza con una multitudinaria marcha por el centro de Caracas, este lunes Capriles siguió su maratón por el país por Guarico y Anzoategui.
“Estamos en el estado Anzoategui, no el estado Barcelona!”, exclamó el líder opositor mofándose del patinazo que el domingo protagonizó Maduro al referirse a algunos estados por su capital y recomendándole unas clases de geografía.
Como lo ha venido haciendo desde el arranque de la campaña, Capriles no tuvo pelos en la lengua para enumerar con nombres y apellidos los principales problemas del país: inseguridad, escasez de alimentos, inflación o salarios deficientes; y señalado a los “enchufados” del Gobierno como sus principales culpables.
“Ni a nuestro pueblo chavista le gusta este candidato”, aseguró Capriles, a quien las encuestas le dan una desventaja de mas de 10 puntos frente al candidato ungido por el fallecido mandatario.
Si en octubre, su tono fue relativamente moderado ante un Chavez enfermo y tratando de conquistar chavistas descontentos, ahora no duda en señalar aMaduro de haber generado “un 12 %” de inflación en solo tres meses o de la escasez del “70 %” de la harina de maíz, alimento básico de la cesta venezolana.
“No solo es que todo esta subiendo de precio, sino que además no hay ¿Usted quiere arroz? No hay. ¿Harina? No hay. Ahora, ¿usted quiere un nuevo presidente? De eso si hay”, señalo tras ser coreado con “se ve, se siente, Capriles presidente”.
Siempre aclamado con especial fervor por el público femenino, Capriles trata de hablar cada vez más claro a los venezolanos sobre los problemas que les aquejan, creando un fuerte sentimiento de empatía.
Marilene Mendez, una joven desempleada de 24 años y madre de un hijo de 2, explicó lo difícil que le está siendo encontrar un empleo y como, pese a que votó por Chavez en 2006 por miedo a que echaran a su mama del ministerio, ya no piensa volver a hacerlo.
“Capriles no tiene miedo y garantiza empleo y progreso. Quiero un cambio”, expresó.
Con el “pajarito” de Maduro como nuevo elemento de las concentraciones, carteles habituales como “flaquito eres la esperanza de nuestro país” o “Capriles presidente para una Venezuela unida” acompañaron al candidato en esta jornada de campaña.
Por primera vez desde el pasado día 2, hoy ambos candidatos coincidieron en el estado Anzoategui, protagonizando Maduro un acto en una barriada después del acto en la principal autopista del estado por parte del opositor.
“Nicolás va en picada, se tragó un pajarito y no hace otra cosa que hablar pistoladas (tonterías)”, dijo ante la ovación de los suyos Capriles.
Entre desmayos por el calor y algún que otro arrebato de pasión de jóvenes y no tan jóvenes seguidoras que se le lanzaron a los brazos, Capriles prometio ser el presidente que una y cumpla a los venezolanos.
“Yo sé lo que va a pasar el 14 de abril y ustedes también y habrá fiesta en todos los pueblos y estados del país por la nueva Venezuela que viene”, acabó confiado. EFE