El gobierno venezolano, que se encuentra inmerso en una nueva ola de interrupciones eléctricas provocadas por la falta de inversiones en el nacionalizado sector, retomó una desgastada fórmula para ayudarle a reducir el costo político de los apagones: acusar a la oposición de sabotaje.
Antonia María Delgado / El Nuevo Herald
Es una estrategia empleada con frecuencia por el régimen de Caracas, que ha acusado a sus adversarios desde conspirar para asesinar al presidente encargado y candidato presidencial del oficialismo, Nicolás Maduro, hasta de provocar la escasez de productos en Venezuela con fines desestabilizadores.
Pero documentos internos obtenidos por El Nuevo Herald muestran que el sabotaje tiene muy poco que ver con las interrupciones en el servicio eléctrico que han estado afligiendo con más frecuencia en las últimas semanas a los venezolanos, ya que más bien obedecen a un programa de racionamiento emprendido por el gobierno ante la incapacidad del Sistema Eléctrico Nacional de satisfacer la demanda.
El problema proviene de la falta de inversiones dentro del sector y de un significativo incremento en el consumo de energía registrado en los últimos 12 meses, según señala un informe interno de la Vicepresidencia de la República.
No obstante, el gobierno no está en condiciones de admitir eso en público.
“Ayer a las 11.30 p.m. [los opositores] le quitaron la luz a Caracas. Por ahí vienen. Ese es el frente que han elegido para desestabilizar al país”, denunció Maduro, quien busca ser electo como presidente en los comicios del domingo.
“Están organizando un apagón general del país, los irresponsables de la derecha. Responsablemente llamo a la Fuerza Armada Nacional y al pueblo a la calle, la resistencia y la lucha y demostrarle a la burguesía la disposición que tenemos”, expresó en un evento realizado la semana pasada.
Y la Fiscalia General se mostró dispuesta a seguirle el juego, anunciando poco después que está investigando el presunto complot.
Pero los documentos de la vicepresidencia señalan que los problemas en el suministro eléctrico provienen de un pronunciado incremento en la demanda interna de la energía eléctrica y la incapacidad del Sistema Eléctrico Nacional en atenderla.
Según el informe, el consumo de la demanda de energía registró en el primer trimestre un incremento promedio de entre el 10.57 por ciento y el 11.40 por ciento, con respecto a los promedios del mismo período del año anterior.
Es un incremento que supera la capacidad de generación eléctrica, situación que ha llevado a la estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpolec) a interrumpir el servicio.
Según el documento, los cortes del suministro eléctrico con el fin de conservar energía venían produciéndose en cadena desde hace ya algunos meses, cobrando fuerza en abril del año pasado, con picos durante ese mes, en mayo, septiembre y noviembre del 2012.
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