La responsable regional de Voluntad Popular en Bolívar, Olivia Lozano, se pronunció sobre los resultados obtenidos en esta región, asegurando que la derrota electoral propinada al gobierno en Guayana es un reflejo del profundo descontento por las políticas destructivas aplicadas en este estado.
Lozano recordó que los miles de trabajadores de las empresas básicas atraviesan el peor momento de la historia regional reciente por el deliberado abandono y saqueo de las industrias, que ha traído como consecuencia una precaria situación económica, desempleo e incumplimiento de beneficios.
“Bolívar derrotó al ventajismo y al abuso, y se suma a la exigencia nacional de contar voto a voto y cotejarlo con los cuadernos de votación para aclarar el resultado de un proceso electoral plagado de irregularidades”, dijo.
Calma y cordura
Olivia Lozano advirtió que el Gobierno Nacional sacó sus garras fascistas pretendiendo borrar a los adversarios con represión aunque electoralmente no hayan podido hacerlo con votos.
“Por eso el gobierno con el anzuelo de la violencia intenta evitar el reconteo de votos, entonces inventan escenarios de enfrentamiento criminalizando y atacando bien sea con la Fuerza Armada, infiltrados o bandas de delincuentes en motos las protestas pacíficas de los venezolanos que quieren defender sus sufragios, para así generar un ambiente de zozobra, acusar a Henrique Capriles y a Leopoldo López e impedir que se ejecute la auditoría”, apuntó.
La dirigente política regional enfatizó que mientras Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y demás jerarcas oficialistas señalan a Henrique Capriles de incitar a hechos violentos, está bien claro que sus llamados han sido a la paz, la cordura y las manifestaciones pacíficas, por lo cual pidió a la ciudadanía no caer en provocaciones y guiarse solo por lo que indique del ex candidato presidencial.
Además, Lozano rechazó que en vez de un llamado a la conciliación y la unión entre los venezolanos, desde el oficialismo se radicalice la división y el odio, tildando a más de 7 millones de personas de fascistas, oligarcas, burgueses y apátridas, cuando la realidad es que son un pueblo que está cansado de la ineptitud del gobierno que no atiende sus problemas.
Ejemplo de ello es la decisión del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de quitarle el derecho de palabra a los diputados de la unidad y sacarlos de comisiones, lo cual no es un acto democrático sino un agravante más de la escalada totalitaria que sufre el país.
“Nosotros rechazamos la violencia venga de donde venga y nos desmarcamos de ella, pero le pedimos de manera tajante al gobierno que amarre a sus bandas armadas que asediaron los centros de votación y que en motos dispararon contra quienes pacíficamente caceroleaban en diversas partes del país, eso es intolerancia”, sentenció.