El Comando Simón Bolívar recibió en total 29.500 reclamos electorales durante las elecciones del 14 de abril. La mayoría de ellos provino de los estados más poblados del país: de Distrito Capital, del estado Zulia (Maracaibo, Mara y San Francisco), Aragua (Girardot), y Carabobo (Valencia).
El documento del Comando Simón Bolívar que contiene esas denuncias revela que el principal problema para los ciudadanos fue la violación del secreto del voto o coacción a la hora de ejercerlo, violencia en las inmediaciones de los centros de votación, obstrucción a los mecanismos de auditoría ciudadana, retraso o paralización del proceso electoral, y proselitismo en las cercanías de los centros. El comando denunció que el CNE no mostró, ante esas situaciones, “una capacidad de tutela rápida y eficaz”.
Si se contabilizan las denuncias en esas principales áreas, se determina que abarcaron 3.389 centros de votación, lo que afectó –directa o indirectamente– a un universo de 8.134.554 votantes que ejerce su derecho en esos centros. El proceso, asegura el Comando Simón Bolívar, no se realizó en un “ambiente cívico, despolitizado y pacífico, lo cual hace que la votación emitida durante el día de las elecciones se viera afectada o influenciada por todas las incidencias, debido a la violación de la normativa y la ausencia de garantías electorales”. Eso motivó que se insistiera en solicitar un recuento de votos, ante un resultado electoral tan estrecho.
En detalle. El Comando Simón Bolívar recordó que la coacción a la hora de votar viola el artículo 63 de la Constitución, que establece que el voto es un derecho que se ejercerá “mediante votaciones libres, universales, directas y secretas”. El artículo 123 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales señala, además, el carácter “personalísimo” del sufragio y el 128 de la misma ley aclara que los miembros de mesa no permitirán que los electores estén acompañados durante el proceso de votación.
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