Un adolescente de 17 años salió de a visitar a su novia, con quien llevaba dos años de relación. Pasadas las 10 de la noche, el muchacho se dirigía a su hogar por la acera en la avenida Luisa Cáceres de Arismendi, dirección La Asunción-Porlamar. Llamó a su madre desde su celular y durante la conversación le pedía unas empanadas para cenar, pero de repente la conversación se cortó. Así lo reseñó el diario Sol de Margarita.
Mario Guillén Montero
A las 10:30 p.m., el joven estudiante del quinto año de bachillerato fue arrollado por un Yaris color plata, matrícula 005847, conducido por Gabriel Rodríguez, de 20 años.
Persecución
Según testigos, el conductor se dio a la fuga, dejando tendido en la acera al joven. De inmediato dos motos y otro vehículo emprendieron la persecución del Yaris.
Ya cerca del centro comercial Sambil, el vehículo perseguido se detuvo como consecuencia de la explosión de un neumático. Según un testigo, el conductor se bajó diciendo que había atropellado algo, quizás era un perro o gato. En ese instante una patrulla de la Policía Municipal de Maneiro se acercó y trasladó a Gabriel Rodríguez hasta la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
El joven herido fue trasladado hasta el Hospital Central Luis Ortega de Porlamar, pero llegó sin signos vitales.
Sus familiares dejaron claro que el joven no venía de la gallera. “El era un muchacho sano, en el sector está corriendo que venía de la gallera. Todas las noches iba a visitar a su novia en Curiepe”, dijo su abuela.
El padre de la novia del fallecido pidió que se investigue el caso y no se dé libertad al asesino. “Él iba caminando en la acera ni siquiera iba a cruzar la calle. Los testigos nos dijeron que el carro se montó en la acera. Nos enteramos minutos después porque su madre nunca pensó que la llamada se había cortado por ese motivo”.