El incremento del salario de los trabajadores, que entra en vigencia en mayo, pone “en aprieto” a muchas compañías que desde hace meses vienen enfrentando la falta de divisas y la caída en sus ventas. Así lo destaca el Sol de Margarita.
Johanna Bozo
Aunque el aumento salarial es un claro beneficio para los trabajadores, considerando el encarecimiento de los precios que se generó tras la devaluación de febrero, para muchas empresas, en este momento no es sino una complicación más con la que tienen que luchar.
El pasado 9 de abril, el presidente Nicolás Maduro anunció que el ingreso mínimo de los trabajadores aumentará este año entre 38% y 45% en tres partes: 20% en mayo, 10% en septiembre y entre 5% y 10%, dependiendo de la inflación, en noviembre. Y esta premisa, que indudablemente representa un incremento en los costos de las empresas, se suma a una serie de exigencias impuestas en la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (Lottt), con las que también tienen que cumplir desde el mes de mayo.
La falta de divisas y de garantías para reponer los inventarios ha implicado una caída en las ventas de muchas compañías, que ahora ven con mayor dificultad el cumplimiento de los compromisos laborales, que incluyen el aumento de salario, el otorgamiento de los dos días libres consecutivos y la reducción de la jornada laboral; exigencias que en distintos casos solo podrán ser cumplidas incorporando nuevo personal a las nóminas.
El presidente de la Cámara de Comercio de Nueva Esparta, Teodoro Bellorín, destacó que muchas empresas se han adelantado a la fecha y han hecho ajustes incluso superiores al anunciado. No obstante, también expresó que otras compañías, aunque van a cumplir, se verán en aprietos financieros.
En la cadena Dibs, por ejemplo, los ajustes se harán según las escalas que tienen diseñadas para cada trabajador. Yanet González, gerente de tienda, indicó que aunque el aumento se dará, el reclutamiento de personal para cubrir las demandas de la Lottt inició con algunas limitaciones.