Se han escrito toneladas de papel y estudios acerca de este invento novedoso en el mundo, basado en el uso de las tecnologías de la información y comunicaciones, que es el sistema electoral en Venezuela.
Hasta 1998 los venezolanos votábamos y escrutábamos nuestros votos manualmente. Se usaban máquinas para la captura del voto en la mesa que se transmitían al centro del organismo electoral para su contabilización, posterior al cierre de la mesa, con sus resultados. En otras palabras, la función de la máquina en la mesa se concentraba en contar y enviar los resultados de unas papeletas previamente marcadas por los electores.
Las papeletas se contaban en la presencia de los testigos de las distintas parcialidades políticas presentes en la elección y luego ese resultado se contrastaba con la suma que la maquina daba para luego proceder a ser transmitido ese resultado al centro del organismo electoral.
Con ese sistema tecnológico en la mesa gano las elecciones de 1998 el candidato y luego Presidente Hugo Chávez. Era un sistema simple pero efectivo, que no dejaba lugar a dudas de los testigos presentes que vieron con sus propios ojos los votos de los venezolanos.
No fue sino hasta el año 2004, en ocasión del Referéndum Revocatorio Presidencial, cuando se cambió radicalmente la manera de hacer elecciones en Venezuela. Se cambió la ley electoral y se estableció que el escrutinio ya no sería manual sino “electrónico” dejando los resultados de quienes serían los ganadores de una elección a una máquina. De allí en adelante el oficialismo en Venezuela NUNCA perdió una elección.
Algunos voceros opositores dirán que esto no es cierto porque los resultados del Referéndum Constitucional del año 2007 los “ganó” la oposición y no se cambió la Constitución. Nunca hemos conocido los resultados finales de esa consulta porque el CNE nunca los dio.
Pero al decir de los actores políticos de la época, el resultado final fue decidido por los militares, razón por la cual un Hugo Chávez furibundo ante las cámaras de televisión lo aceptó groseramente, pero luego encerró a su compadre, el Gen. Raúl Baduel por “actos de corrupción”. Alguna vez los venezolanos conoceremos lo que en realidad paso allí, pero el resultado cantado por las máquinas del CNE no fueron precisamente a favor de la democracia, con lo cual decir que las máquinas dieron un resultado “ganador” a la oposición es verdaderamente cuesta arriba.
Entonces, con una ley electoral y un sistema técnico-electoral manipulado por un poder en manos del gobierno, difícilmente nadie ganará una elección en Venezuela sin la aprobación previa del régimen.
¿Pero en qué consiste este sistema perverso, capaz de hacerle ganar al régimen elección tras elección sin que nadie lo objete y diga absolutamente nada? Lo primero que podemos indicar aquí es que ningún técnico venezolano independiente conoce a profundidad, ni la configuración técnica de los equipos usados en los procesos electorales ni las características técnicas de los sistemas de transmisión de datos utilizados.
En otras palabras, nadie más a excepción de un grupo de técnicos que representan a la oposición en todos los procesos electorales desde el año 2006, han dado fe “aprobatoria” de esos sistemas en los términos que ha dictado siempre el organismo electoral, cuyas auditorías “guiadas” siempre han sido aprobadas por ellos, con la desaprobación pública de ONGs del área electoral y personalidades técnicas independientes.
El CNE nunca ha sido verdaderamente auditado de una manera independiente en los términos que reconocería la comunidad internacional, ni en los sistemas técnico-electorales ni en el Registro Electoral, que resguarda la identidad de todos los electores de Venezuela, cuya estadística no guarda relación con el crecimiento de la población del país (ver Genaro Mosquera Depuración del Registro Electoral en http://ticsddhh.blogspot.com/
Existen tres componentes clave del sistema técnico-electoral venezolano que hacen de este sistema un aparato violatorio en esencia a los Derechos Humanos de los electores de Venezuela a poseer Elecciones Autenticas tal y como lo señala la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su Art. 21, Numeral 3.
El primer componente es la presencia de un equipo captahuellas en la mesa de votación conectado a la máquina de votación. Este elemento intimida al elector y lesiona su derecho a una votación libre. Para una explicación completa de la aparición de este componente verhttp://ticsddhh.blogspot.com/
El segundo componente es la llamada “Estación de Identificación del Elector”, que además de ser un elemento intimidante adicional, le permite conocer al organismo electoral quienes y cuantos electores han votado. Al ser este organismo un ente supeditado al gobierno, esta información esta inmediatamente en las manos de los partidarios del régimen, permitiéndoles de esa manera intimidar a las personas beneficiarias de los planes sociales y beneficios gubernamentales. Para una explicación completa de este componente ver http://ticsddhh.blogspot.com/
El tercer componente es la prédica constante que el gobierno y su CNE hacen de que la oposición puede hacer el conteo o Verificación Ciudadana de los sufragios hasta en un 54% de las mesas electorales. La oposición nunca ha podido cubrir históricamente mas del 12% de los conteos de votos, manualmente chequeando Actas contra boletas.
Esto se debe entre otras razones a que el CNE se las ha arreglado para colocar centros electorales en zonas de difícil acceso, imposibles de cubrir por los opositores, ya bien sea colocándolos en zonas de altísima peligrosidad o porque simplemente no se tienen los recursos para llegar porque la ley electoral aprobada por el régimen no permite financiamiento público a los partidos políticos. Debería ser responsabilidad de los organismos electorales facilitar e incluso financiar el acceso de todos los participantes políticos para garantizar la equidad en el proceso. Para una explicación más completa de este componente ver http://ticsddhh.blogspot.com/
Este desbalance en el tercer componente es fundamental para el régimen. De esta manera es posible, técnicamente hablando, alterar los resultados electrónicamente en las urnas electorales que no son abiertas por la oposición, que en la práctica podría llegar a ser de hasta más de un 88% de las urnas electorales.
Es por eso nuestra que en nuestra “Carta Abierta a la sociedad democrática venezolana ante el llamado a Elecciones el 14 de Abril de 2013” (verla completa en http://declaraciondecaracas.
¿Tendremos salida de esta trampa técnico-electoral del gobierno? No hasta que no haya un cambio a fondo del sistema institucional venezolano, gravemente corrompido por este régimen para asegurarse ganar elecciones indefinidamente. La respuesta es política, no técnica.
Caracas, 26 de Abril de 2013
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