Colombia es el único país latinoamericano que tiene un plan nacional contra el cibercrimen, un delito en alza del cual no hay cifras fiables en la región a pesar de que su perjuicio económico puede ser superior al narcotráfico, según un estudio divulgado este viernes.
El estudio encargado por la Organización de Estados Americanos (OEA) indicó que la mayoría de gobiernos de América Latina y el Caribe detectó en 2012 un alza en general de los delitos cibernéticos, de entre un 8% y un 40%, pero esa tendencia es imposible de apreciar en su magnitud por la falta de capacidad de las autoridades.
“Medir de forma precisa, en términos cuantitativos, el impacto económico y las pérdidas que causó la piratería en las Américas y el Caribe es simplemente imposible. La cifra es extremadamente alta, posiblemente mayor que cualquier otra forma de crimen, incluido el narcotráfico”, según el estudio, elaborado por la firma especializada TrendMicro.
Aunque en la región ya se han producido ataques coordinados por motivos políticos, o fraudes masivos de identidad y datos bancarios, las autoridades nacionales siguen sin enfrentar el tema de manera adecuada, en gran parte por la falta de medios, añadió el texto.
Solamente trece países latinoamericanos y siete caribeños, del total de 32 miembros activos de la OEA, contestaron a las demandas de información de TrendMicro, que además lamentó la falta de criterios uniformes sobre qué es un ciberdelito.
Colombia reportó menos incidentes en 2012 que en 2011 a través de su grupo de respuesta a emergencias cibernéticas (Colcert), el único de su tipo en toda la región.
Pero en 2012 ese país anunció el arresto de uno de los mayores cibercriminales internacionales, Jorge Maximiliano “Pacho” Viola, con más de 8.000 tarjetas de crédito clonadas en su posesión.
Chile también reportó una caída del 33% del cibercrimen, y una caída de 122% de los ataques como el “phising” (robo de datos privados), pero también gracias al desmantelamiento de una banda.
México en tanto reportó un incremento del 40% de los incidentes, en gran parte a causa de ataques de “hackers” por motivos políticos.
México representa el 30% del origen de los “spams” (mensaje o correo basura) en la región, seguido de Argentina (16-20%) y Colombia (11-15%), calcula el estudio.
“Muchos de los países están enfrentándose a rápidos avances tecnológicos con burocracias que son lentas para adaptarse”, advierten los autores del estudio.