El tema del suministro de alimentos en la isla de Margarita no ha mejorado ni empeorado. La realidad es que en los supermercados el caos se volvió parte del día a día.
Aunque los trabajadores de los establecimientos como el Central Madeirense y Unicasa, entre otros, aseguran que semanalmente están recibiendo los productos de la cesta básica, basta que llegue alguno de los tantos productos que faltan en los anaqueles, para que los consumidores se lancen -literalmente- sobre los alimentos.
Sea arroz, aceite, margarina, azúcar, pollo o la famosa harina PAN -que es la que mayores fallas presenta- el escenario es el mismo: llegan los camiones, se forman las colas, y la gente comienza a tomar de los bultos todo lo que pueden sostener entre sus manos; esto, pese a que la venta de estos artículos continúa regulada en casi todos los supermercados, para “tratar” que más personas puedan adquirir los alimentos.
Según los empleados consultados esta crisis se repite cada semana, la única diferencia es que con el paso del tiempo a los neoespartanos se les ha agotado la paciencia, ocasionando peleas regulares dentro y fuera de los comercios.
“Aunque muchas veces han habido problemas con el suministro de productos, esta es la peor de las crisis que hemos pasado. Antes podía faltar uno o dos productos, ahora faltan como seis”, dijo Carlos Fernández, trabajador de un automercado.
Los consumidores coinciden con esta premisa, y sus quejas son mayores cada día. Marcos Ruiz, habitante de Porlamar, dijo que solo siente rabia por la incertidumbre que están viviendo, “porque aunque llegan los productos, nunca se consiguen”.
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