La policía antidisturbios de Bangladesh dispersó el lunes una manifestaciones de decenas de miles de islamistas y cerró un canal de televisión, al día siguiente de las violentas manifestaciones en las que murieron al menos 32 personas en las calles de Dacca, transformadas en un campo de batalla.
Kamrul Hasan Khan/AFP
Un canal de televisión pro islámico, que difundió en directo la represión policial del lunes por la mañana en Motijheel tuvo que interrumpir la difusión de sus programas debido a la irrupción de 25 policías vestidos de civil en sus locales, dijo uno de los responsables de Diganta Television.
Centenas de personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, los más violentos registrados en Dacca desde la independencia hace unos cuarenta años de Bangladesh, uno de los países más pobres del sudeste asiático.
Decenas de manifestantes fueron detenidos y el líder del movimiento Hafajat-e-Islam, Allama Shah Ahmad Shafi, que encabezó las manifestaciones fue escoltado por la policía hasta el aeropuerto de Dacca, donde lo subieron en un avión rumbo a Chittagong, la segunda ciudad más importante del país.
En aras de calmar la situación, la policía insistió en destacar que Allama Shah Ahmad Shafi, de noventa años, no había sido detenido.
En el distrito comercial de Motijheel, invadido por los manifestantes, donde durante la noche se escucharon tiroteos, decenas de comercios fueron incendiados y numerosos arboles talados, indicaron testigos.
El movimiento islamista radical Hefajat e Islam afirmó que el balance de muertos era superior al comunicado oficialmente, pero no dio cifras.
“La policía disparó con balas reales contra nuestros manifestantes desarmados. Miles de personas fueron heridas”, dijo un portavoz del movimiento, Maolana Muin Uddin Ruhi.
La policía disparó granada lacrimógenas, utilizó cañones de agua y disparó balas de goma para dispersar a unos 70.000 islamistas que el lunes ocupaban el barrio Motijheel, dijo por su lado un portavoz policial, Masudur Rahman.
Los cuerpos de 11 víctimas, entre ellos el de un policía matado a machetazos en la cabeza, fueron trasladados al Medical College Hospital de Dacca, dijo a la AFP un policía.
Los cuerpos de otras 21 víctimas fueron trasladados a tres clínicas privadas, indicaron fuentes de esos centros.
Gritando “Alá Akbar” (“Dios es grande”) y “los ateos deben ser colgados”, militantes del grupo radical Hefajat e Islam marcharon por seis grandes calles de la capital de Bangladesh, bloqueando la circulación entre Dacca y otras ciudades.
Según la policía, al menos 200.000 personas se manifestaron en el centro de Dacca.
Los enfrentamientos estallaron cuando la policía intentó impedir el avance de los manifestantes armados con palos hacia la mezquita más grande del país, indicó la policía.
Esta ola de violencia tiene lugar poco días después de la tragedia industrial que costó la vida a 654 personas en el derrumbe de un edificio de talleres de confección.
Los partidarios del grupo radical Hefajat e Islam, creado recientemente, reclaman la pena de muerte para todos los que calumnien al islam.
También exigen la separación de hombres y mujeres en determinados lugares públicos.
El primer ministro Sheikh Hasina, al frente desde 2009 de un gobierno laico en este país de mayoría musulmana, rechazó la petición de los islamistas argumentando que la legislación actual ya permite condenar a las personas que insultan al islam.
El mes pasado los activistas de Hefajat organizaron una huelga general y una concentración de centenares de miles de personas, considerada como la más importante en décadas.
Los islamistas acusan además al gobierno de intentar acallar cualquier protesta abriendo juicios contra personalidades -en su mayoría opositoras- sospechosas de haber cometido crímenes (muertes, violaciones, conversiones forzadas al islam, entre otros) en la guerra de 1971.