La detención del ciudadano norteamericano Timothy Hallet Tracy por las autoridades venezolanas llamó desde un principio la atención de la comunidad cinematográfica nacional debido a que se lo mencionó como un cineasta que desde hace varios meses realiza un documental sobre el proceso socio-político que se lleva a cabo en nuestro país, reseña La Verdad.
“Quienes suscribimos, cineastas y profesionales de la comunicación, la cultura y las artes, expresamos nuestro desacuerdo con la detención en territorio venezolano de quien es, a todas luces, un cineasta en ejercicio de su libre actividad de producción audiovisual. Y en especial, nuestra condena a que se utilicen los registros videograbados por él, y confiscados por un cuerpo polícial, como expedientes para perseguir y acusar judicialmente a ciudadanos venezolanos”. Así lo expresa un comunicado firmado por conocidos cineastas venezolanos, quienes piden la liberación del realizador estadounidense Timothy Tracy, documentalista apresado por supuesta asociación para conspirar en contra del Gobierno venezolano.
A continuación, el comunicado:
La detención del cineasta Timothy Tracy lesiona la libertad de expresión en Venezuela
La detención del ciudadano norteamericano Timothy Hallet Tracy por las autoridades venezolanas llamó desde un principio la atención de la comunidad cinematográfica nacional debido a que se lo mencionó como un cineasta que desde hace varios meses realiza un documental sobre el proceso socio-político que se lleva a cabo en nuestro país. Sin embargo, nos hemos tomado varios días para pronunciarnos, en espera de una información más precisa y fidedigna sobre el caso, debido a que las circunstancias de la detención y los informes emanados de las autoridades policiales y judiciales resultaban confusos y era necesario investigar sus pormenores, en aras de la seriedad y el apego a la verdad.
Hoy, toda la información que hemos podido recabar sobre el ciudadano Timothy Tracy es que se trata de un cineasta de 35 años que se encuentra en Venezuela desde hace varios meses, y aquí realiza una intensa y extensa labor de registro videográfico sobre los acontecimientos políticos que vive el país. Desde antes de las elecciones del 7 de octubre de 2012, pasando por las elecciones regionales, el desenlace de la enfermedad que afectó al presidente Chávez y la nueva campaña electoral que finalizó el pasado 14 de abril, Tracy se relacionó con todos los factores comprometidos en uno y otro campo de nuestra polarización política y visitó numerosas comunidades de los más variados sectores socio-económicos, todo ello con el objeto de registrar sus actividades y enfoques, con el único recurso de su cámara audiovisual.
La actividad descrita –corroborada por los testimonios posteriores de personeros del gobierno, la oposición y la comunidad organizada- muestra el retrato de lo que debe hacer un documentalista profesional, responsable y objetivo: identificar todos los ángulos existentes sobre la realidad que está documentando, acercarse a ellos, registrar sus acciones con la mayor precisión e intimidad que le sea permitida, así como obtener sus puntos de vista mediante declaraciones y testimonios. Todo lo que ha sido descrito, desde todos los sectores, acerca de las actividades de Timothy Tracy, da cuenta de un cineasta que realizaba un serio y profundo documental sobre nosotros.
Nadie puede sorprenderse de ello. Desde hace 15 años, el interesante proceso socio-político que vive Venezuela la ha convertido en escenario privilegiado para investigadores, cineastas y periodistas e de todo el mundo, quienes vienen al país con el propósito de recabar realidades que luego ofrecen, bajo su propia óptica interpretativa, a públicos de todo el orbe. El mismo gobierno nacional ha sido promotor de muchas de esas visitas y de los productos literarios o audiovisuales que de ellas resultaron. Y por supuesto, no todas las visiones que ofrecen los visitantes les resultan favorables, como el lógico en un mundo democrático y multipolar.
En torno al caso del cineasta Timothy Tracy, las autoridades policiales y judiciales no han ofrecido una información concreta y transparente que permita dar credibilidad a las acusaciones sobre presuntas actividades ilegales que el arrestado estaría realizando. Situaciones como esta son cada vez más frecuentes en distintos países del mundo, donde las libertades de expresión y movimiento han sido conculcadas, con graves consecuencias para los comunicadores detenidos y para quienes con ellos se vincularon.
Solicitamos del gobierno nacional la mayor transparencia y objetividad en el tratamiento del caso del señor Tracy. Y su pronta libertad, pues se trata de un profesional del audiovisual cuya tarea ha sido interrumpida bruscamente por motivos políticos. De no proceder así, el gobierno de Venezuela estará incurriendo en una violación específica de la libertad de recoger y divulgar información en su territorio, la cual está garantizada en la Constitución vigente de nuestra República.