Pocas personas son conscientes de toda la energía que se mueve cuando tienen encuentros íntimos con alguien. Las energías y las almas se entrelazan y entre más profunda sea esa conexión, más se une, se comparte y se intercambia energía. Esto quiere decir que se forman lazos energéticos entre los dos.
Los lazos energéticos son unos hilos invisibles para el ojo humano que se crean entre las personas cuando existe un vínculo íntimo especial; por medio de estos lazos se manda o se recibe información o energía de la otra persona.
Los lazos van de chakra en chakra conectando los 7 chakras principales de todas las personas con las que nos relacionamos. El chakra más receptivo es el del corazón. ¿No te ha pasado que una persona te llega a la mente de un momento a otro y luego, al cabo de un tiempo (minutos o días), te llama por teléfono? Bueno, esto es debido a los lazos que existen, que hacen que la persona antes de llamar empiece a pensar en nosotros.
Esta energía se transmite a la persona por medio de los hilos y del lazo que tengamos con ella. Captamos la información de modo inconsciente. Cuanto más tiempo conocemos a una persona y más intima es la relación con ella, más fuerte es el lazo que une.
Uno de los lazos que más se fortalece con una persona es el que aparece cuando tenemos relaciones sexuales con ella. Al tener relaciones sexuales con una persona, no solamente se juntan los cuerpos físicos, como mucha gente lo piensa; energéticamente pasan cosas en tercera dimensión, más allá de nuestra capacidad de comprensión: se crean los lazos energéticos que inevitablemente nos unen a esa persona con la que estuvimos, hasta que seamos conscientes de ellos y logremos cortarlos.
Los lazos energéticos tienen un aspecto positivo y un aspecto negativo. Si tenemos un lazo con una persona que nos quiere, esta nos enviará buenos pensamientos y energías. Si por el contrario hay una persona que no nos quiere y que esta pensando mal sobre nosotros, recibiremos por medio del hilo malos pensamientos, bloqueos, obstáculos y malas energías, hasta el punto que podemos llegar a enfermarnos.
Con información de revistafucsia.com