Es grave el desabastecimiento de alimentos en la frontera

Es grave el desabastecimiento de alimentos en la frontera

Las poblaciones de San Antonio y Ureña están viviendo una  situación muy  grave por  la escasez de  productos de  primera  necesidad,  y se agudizará aun más con las restricciones que han anunciado las autoridades gubernamentales   regionales  y nacionales,  expresó la presidenta de la Cámara de Comercio de esta localidad,  Isabel Castillo. lanacion.com.ve / José G. Hernández

(foto lanacion.com.ve)

La queja por el desabastecimiento ha sido elevada ante las autoridades  municipales  y regionales, pero no ha habido solución alguna,  por el contrario, se ha anunciado que van a restringir aun más el  suministro de alimentos  para esta zona de frontera.

Castillo consideró que las restricciones que los entes gubernamentales están adoptando contradicen lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,  pues la  misma  indica que el Estado debe  garantizar  la seguridad  alimentaria a toda  la  población  venezolana,  pero  con ese proceder  pareciera  que San Antonio del Táchira y Ureña no formaran parte del territorio nacional.

— Hasta la mitad del puente  internacional Simón Bolívar es  territorio venezolano,  y además en esta  zona  vivimos  venezolanos que, como tal, tenemos que ser protegidos por nuestra Constitución. Nuestros  representantes  gubernamentales  deben  garantizarnos el abastecimiento de alimentos, la educación, la salud  y  los servicios públicos, como mínimo, para poder vivir  en la  región de  frontera—, dijo la representante gremial.

Ante la problemática de desabastecimiento de alimentos que está viviendo la  frontera venezolana, Castillo hizo un llamado al alcalde del municipio Bolívar y  al gobernador del estado Táchira, para que se haga una revisión de la situación  y se  garantice el suministro suficiente de alimentos, así como también se mejore la prestación de los servicios de agua potable, electricidad y gas doméstico,  los cuales, a su juicio, son bastante deficientes.

— El Gobierno debe garantizar que los  productos alimenticios lleguen  verdaderamente a la población; ahora, si éstos  se desvían  por  otros caminos,  compete a las  autoridades  investigar  a fondo qué motivo hay al respecto, pero nosotros  no podemos pagar  las consecuencias de esa  situación.  Eso de que  vienen los productos para San Antonio y Ureña,  pero son desviados  por  “x”  razón  para otros  lugares, corresponde investigarlo a los organismos de seguridad, llamase Guardia Nacional, Policía, entre otros —, reiteró en sus declaraciones.

La  población  de la frontera exige, dijo Castillo, que le garanticen  los productos de la cesta básica y  servicios públicos  idóneos, como agua potable, luz, gas.

— No es posible que en el municipio Bolívar existan sólo cuatro camiones cisternas  para  suministrar agua a toda la población que existe en  esta  zona —,  añadió.

Refirió que la escasez de agua potable  es un problema  constante en esta población, y por esa razón  también se genera una serie de enfermedades, como el dengue,  infecciones respiratorias, “porque ante el racionamiento, la  gente se  ve  obligada a almacenar  agua,  incluso  agua  de lluvia,  y allí se reproducen  los zancudos que transmiten esas enfermedades”.

La presidenta igualmente consideró que  los servicios de electricidad y gas son críticos, lo que perjudica la calidad de vida de la población venezolana, en este caso,  la de las personas que habitan en los municipios Bolívar y Pedro María Ureña.

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