“Llegamos al mercado Altos de Jalisco y nos recibe el olor a basura, mezclado por momentos con un olor fuerte a cloacas. Esos son los dos problemas que afectan al barrio Altos de Jalisco en la parroquia Coquivacoa de Maracaibo. Uno cree que estos sectores están totalmente consolidados, pero vemos cómo aún tienen dificultades con los servicios públicos”.
Juan Pablo Guanipa, concejal de Maracaibo, visitó la comunidad para conversar con los vecinos y detallar la problemática que los afecta.
“Una cosa es el servicio del aseo para la zona comercial del mercado Altos de Jalisco y otra para la zona residencial. Habría que evaluar el funcionamiento de ambos escenarios para entender el problema, porque en cuanto a las aguas negras estamos completamente claros que es producto de la desinversión y las promesas incumplidas de un Gobierno nacional que ha prometido varias veces la construcción de la planta de tratamiento Rincón del Mangle que solucionaría el problema de aguas negras en toda la parroquia y a pesar de las innumerables protestas de los afectados no han dado respuesta”.
Alexander Tajm, vecino del barrio, aseguró que el aseo tiene más de dos años que no pasa por su casa, sólo se lleva la basura del mercado. “Todos los días recogen la basura del mercado, pero no la de la comunidad, por eso nos vemos en la obligación de traer las bolsas hasta acá donde sabemos que sí la van a recoger. La comunidad genera mucha más basura que el mercado en un día, por eso siempre están desbordados los contenedores”.
Destacó que personas vienen desde todos los barrios aledaños a dejar basura en el mercado. Manifestó que a veces es tan fuerte el olor que los jóvenes del sector no pueden hacer uso de la cancha que está detrás del mercado.
Domingo Pérez, líder comunitario y habitante de la calle 41 del sector, destacó que el bote de las aguas es constante. “Ya nos habíamos acostumbrado a las aguas negras corriendo por las calles, pero ahora la cosa está peor porque durante las lluvias nos inundamos. Los frentes de las casas quedan anegados y a eso no tenemos solución más que esperar a que se sequen con el sol y que nos queden los malos olores es los patios. Es desesperante saber que Hidrolago no puede hacer nada contundente frente este problema hasta que no construyan la planta de tratamiento que se necesita”.
José Fuenmayor, vecino del lugar, denunció otros dos problemas que están atacando a la comunidad. “El hampa está desatada. Esta zona no ha sido muy tranquila que se diga, aun teniendo un comando de la policía cerca, pero es que ahora la cosa está peor. Entre los malandros en moto y los carritos por puesto han vuelto esto una zona insegura y agitada como la Curva de Molina y no puede ser porque esto es una zona residencial con la única diferencia que tenemos un mercado municipal que al final no nos sirve de mucho porque con esta escasez no se consigue ningún producto a precio regulado”.
El concejal de Maracaibo, aseguró que cada una de las comunidades tiene su particularidad, pero todas coinciden en que siempre hay un problema de servicio público no resuelto. “Venezuela tiene tanto que no es para que un municipio como Maracaibo esté en estas circunstancias. Apostamos a una ciudad de tranquilidad y progreso en donde las denuncias no sean el pan nuestro de cada día. Creemos en que de manera organizada y el trabajo conjunto de la comunidad con la municipalidad, el gobierno regional y el nacional, las cosas pueden ser diferentes. Por eso es que trabajamos”. Prensa Juan Pablo Guanipa