El papa Francisco exhortó el domingo a una renovación en la Iglesia católica después de dos días de reuniones multitudinarias en la Plaza de San Pedro para estimular a los fieles. AP
Unas 200.000 personas se congregaron el domingo para asistir a una misa celebrada por el sumo pontífice, aproximadamente el mismo número de quienes asistieron a una reunión de católicos que el mismo Francisco presidió la noche anterior en la plaza.
Francisco instó a la Iglesia a una apertura, pero advirtió que los fieles deben evitar “caminos paralelos peligrosos” ajenos a la doctrina.
En Sudamérica, la tierra natal del papa, muchos católicos han desertado ante el avance de las dinámicas iglesias evangélicas.
Por segundo día consecutivo, Francisco deleitó a la multitud con su recorrido en papamóvil afuera de los confines de la Ciudad del Vaticano por una avenida romana.