Una de las figuras de la ultraderecha francesa, el escritor Dominique Venner, de 78 años, se suicidó este martes con una pistola en la catedral Notre Dame de París, provocando la evacuación sin incidentes de los numerosos turistas que se encontraban allí.
Venner, historiador, ensayista y militante de la ultraderecha desde hace más de 50 años, se mató de un disparo poco antes de las 16H00 (14H00 GMT) delante del altar de la catedral.
Poco antes, este mismo martes, había explicado en su blog que los opositores a la ley del matrimonio para todos, promulgada el sábado en Francia, no podían “limitarse al rechazo del matrimonio gay” y que el verdadero “peligro” es “el gran reemplazo de la población de Francia y de Europa”, una alusión a la inmigración extraeuropea.
Serán necesarios “nuevos gestos espectaculares y simbólicos para quebrar las somnolencias, sacudir las conciencias anestesiadas y despertar la memoria de nuestros orígenes”, advirtió.
La dirigente del partido ultraderechista Front National, Marine Le Pen, reaccionó de inmediato en su cuenta twitter, expresando su “respeto” por Dominique Venner, y calificando su gesto de “eminentemente político”, en un intento de “despertar al pueblo de Francia”.
El mismo Dominique Venner explicó su acto a través de una lectura de un mensaje suyo en Radio Courtoisie, una emisora francesa conservadora.
“Creo necesario sacrificarme para romper el letargo que nos aplasta”, dice Venner en el mensaje leído por uno de sus amigos.
“Me mato para despertar las conciencias dormidas. Yo me levanto contra la fatalidad (…), contra los venenos del alma” y contra “los deseos individuales invasores, que destruyen nuestro anclaje de identidad, en particular la familia, base íntima nuestra civilización varias veces milenaria”, agrega.
“Del mismo modo que defiendo la identidad de todos los pueblos, dentro de sus fronteras, también me rebelo contra el crimen que apunta al reemplazo de nuestras poblaciones”, precisa en su mensaje, en una referencia explícita a la inmigración.
Monseñor Patrick Jacquin, rector de la catedral de París, precisó a la AFP que Venner depositó una carta en el altar antes de suicidarse. La policía encontró su documento de identidad, que llevaba consigo.
Un suicidio en este lugar visitado a diario por miles de turistas es “algo sin precedentes”, según el obispado y el ministro del Interior, Manuel Valls, que se trasladó al lugar.
La catedral permaneció cerrada varias horas y todas las misas fueron anuladas hasta las 20H00 (18H00 GMT) hora en la que se programó una “velada por la vida”.
“Vamos a orar por este hombre así como por tantos otros que están desesperados”, añadió Jacquin.
“No creo que se pueda vincular su suicidio con este asunto de matrimonio, va mucho más allá”, declaró a la AFP su editor Pierre-Guillaume de Roux, considerando que el gesto de Venner reviste “una gran simbólica que lo acerca a (Yukio) Mishima”, el escritor japonés que se suicidó en 1970.
Paracaidista durante la guerra de Argelia, Dominique Venner formó parte de la Organización Armada Secreta (OAS), grupo clandestino que se oponía a la independencia de Argelia.
Vanner formó parte de varias organizaciones ultraderechistas desde los años 50 y es autor de varios libros sobre historia política y militar, sobre armas de fuego y sobre caza.
Su última obra “Un samurai de Occidente, breviario de los insumisos”, debe aparecer el próximo mes.
En La Nouvelle Revue d’Histoire Nº 64, que él dirigía, Dominique Venner escribió que “bajo su forma voluntaria ilustrada por los samurais y los antiguos romanos, la muerte puede constituir la más fuerte protesta contra una indignidad, así como una provocación de la esperanza”.
AFP