Por estos días llenos de angustias y desasosiego, el personaje ha vuelto a aparecer. Su quejido, tan afilado como una hojilla, corta la respiración. Confesando angustia, miedo y depresión, nos ha detallado la tragedia de su familia política, que se desintegra en voracidad de poder y dinero, corrupción, traiciones, estafas, incapacidad y engaños. Como en la leyenda, él es también causa de la malaventura que llora. Es el Silbón Mario. Dicen que muy pronto volverá a silbar y que se llevará con él a aquellos que no puedan resistir la intensidad demoledora de su silbido.
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