El despido del presentador Kico Bautista del canal Globovisión tras difundir un mitin del líder opositor Henrique Capriles confirmó un giro editorial que busca evitar confrontar al gobierno en la única televisora abierta venezolana que se había mostrado crítica, señalaron analistas, mientras que la emisora expresó que su propósito es “ampliar su línea de información”, reseña AFP.
Bautista ha sostenido que fue despedido por difundir en su programa “Buenas Noches”, el pasado viernes, un fragmento de un discurso del excandidato presidencial Capriles que no transmitió en directo Globovisión, vendida hace dos semanas y que era la única que daba amplia cobertura a la oposición.
Sin embargo, Globovisión emitió por la noche un comunicado en el que rechazó esta versión y aseguró que no ha cerrado el canal a corriente política alguna.
“La junta directiva no ha vetado a funcionario o dirigente político alguno en la pantalla de Globovisión (…) la política editorial consiste en ampliar su línea de información y de opinión a todas las voces del país, sin discriminación alguna”, señaló.
Sobre el motivo de la conclusión del contrato con Bautista, Globovisión señaló que fue que el comunicador denunció un “supuesto despido” del conductor y diputado opositor Ismael García, cuando la salida de éste último fue una “resolución amigable”.
García, un exchavista ahora opositor que difundió el pasado lunes un polémico audio en el que se habla de supuestos divisiones en el gobierno, participaba en el programa dominical “Aló Venezuela” de Globovisión, pero el jueves se anunció su salida del canal por acuerdo de ambas partes.
La noche del lunes se confirmó la renuncia de los periodistas Carla Angola y Pedro Luis Flores, que acompañaban a Bautista, aunque señalaron que su salida fue en términos amigables.
Analistas consultados por la AFP señalaron que la salida de estos conductores confirman que la nueva directiva busca colocarse en el centro del espectro político y evitar confrontaciones con el gobierno con miras a renovar la concesión del canal en 2015.
“Estos nuevos dueños tienen que tener ya alguna conexión con el gobierno, no pueden comprar un canal y mantener su línea crítica, de confrontación, cuando sabemos que está por vencer la concesión”, dijo a la AFP Marcelo Bisbal, experto en comunicación de la Universidad Central de Venezuela.
Hasta el 13 de mayo, Globovisión pertenecía a la familia Zuloaga, que libró una larga pugna con el chavismo y cuyo patriarca, Guillermo Zuloaga, se autoexilió en Estados Unidos tras ser requerido por la justicia venezolana acusado de usura y asociación delictuosa.
“Nadie invierte dinero para perder dinero. Los nuevos dueños quieren mantenerse neutrales”, añadió Bisbal, quien no descarta las versiones de que los nuevos propietarios estarían incluso ligados a altos miembros del gobierno.
Carlos Correa, director de la organización defensora de la libertad de expresión Espacio Público, considera que los nuevos directivos decidieron restringir espacios a la oposición en una “perspectiva de mercado” para no “perder un negocio”.
“Un canal puede cambiar su línea, pero debe rendir cuentas a su audiencia. Los anteriores propietarios tenían una línea editorial y política, lo que era válido, no lo ocultaban. Si se restringe el acceso a la oposición, se afecta la pluralidad de la oferta informativa”, añadió.
Bautista explicó que una de las nuevas directrices de los propietarios de Globovisión “es no transmitir en vivo a políticos, sin importar el partido”, pero consideró que esta decisión está orientada a bloquear a Capriles.
En la televisión abierta, el gobierno cuenta con el canal Venezolana de Televisión, que transmite en directo todas las actividades de Maduro y de miembros de su gobierno. También tiene el sistema de noticias Telesur y canales locales, además de frecuentes enlaces del presidente en cadena obligatoria de radio y televisión.
Capriles y Maduro libran un agudo intercambio verbal centrado sobre todo en la elección presidencial del pasado 14 de abril, en la que el actual mandatario venció al opositor por una diferencia de 1,49 puntos porcentuales. La oposición ha impugnado este resultado ante los tribunales.
En su cuenta Twitter Capriles se refirió el domingo al caso, al agradecer a los trabajadores del canal por haber contribuido a que fuera “una ventana” para que se conociera “información en tiempo real distinta a la del gobierno”.
Al despido de Bautista se sumó este lunes la renuncia de la gerente de programación de Globovisión, Lina de Amicis, confirmada por el mismo conductor y por fuentes del canal consultadas por la AFP.
Vladimir Villegas, anunciado como director del canal, desistió de asumir por no compartir la nueva línea editorial.
Leopoldo Castillo, del programa Aló Ciudadano, también crítico del gobierno, quedó como director pero por tres meses debido a su estado de salud.
Desde el fin de semana, Globovisión ha perdido popularidad en Twitter. El jueves, según cifras de la red social, contaba con 2.732.279 seguidores y la noche de este lunes la cifra pasó 2.403.565
AFP