Más de 70 toneladas de alimentos fueron comercializadas en operativos, montados a la carrera, por Pdval y Mercal en el marco del “Gobierno de calle” que este martes contó con la presencia del presidente de la República, Nicolás Maduro, en Guayana. correodelcaroni.com
Una vez más la desorganización fue la principal crítica de los usuarios que madrugaron para adquirir rubros tan escasos como el aceite vegetal, leche en polvo y harina de maíz y de trigo.
El operativo de venta de Pdval se realizó en el estacionamiento del estadio La Ceiba, en donde se vendieron más de 20 toneladas de alimentos, precisó el subgerente del ente, Javier Oropeza, quien señaló que a las 7:30 de la mañana se inició el expendio en el que esperaban beneficiar a 2 mil 500 personas.
Quienes acudieron pudieron adquirir hasta seis envases de aceite vegetal Diana; leche en polvo y harina de maíz Venezuela; azúcar La Pastora; margarina; jugos; carne, pollo y pernil; enlatados, entre otros.
En la jornada, sin embargo, no hubo papel higiénico, otro de los rubros con fallas en su distribución. El subgerente de Pdval manifestó que se han recibido 1.000 bultos que han sido distribuidos a los puntos de venta, ubicados en Los Samanes y Vista al Sol.
Los usuarios criticaron la lentitud con la que se desarrolló el operativo de venta, mientras aguardan bajo la inclemencia del sol. “Tengo una hora acá y no he avanzado ni un metro, es muy lento el operativo porque sacan la cuenta con calculadoras y uno tiene que hacer la cola, ni modo”, expresó Dilia Marval, residenciada en Manoa, quien considera que debe buscarse un mejor espacio y automatizar el proceso de venta.
María Ochoa, habitante del mismo sector, coincidió en la crítica. Aseguró que el sistema no sólo es lento, sino que a primeras horas de la mañana se vendieron grandes cantidades de alimentos a los usuarios “y ahora a nosotros nos quieren vender menos”.
En la parte externa del estadio, las críticas eran mayores. Una joven, con un bebé en brazos, criticaba la falta de consideración de efectivos castrenses con mujeres embarazadas, con niños y de la tercera edad. “Estoy acá desde las 8:00 de la mañana y me dicen que no nos van a dejar pasar”, expresó Yoandry Arasme, de Brisas del Sur.
“¿Es que tenemos que suplicar y recibir humillaciones para comprar un alimento?, merecemos respeto, los guardias se burlan de uno pero a su familia la dejan pasar de inmediato”, cuestionó Gloria Natera.
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