El Gobierno y la oposición boliviana se volvieron a enfrentar hoy entre acusaciones de secretismo, supuesta intromisión y mentiras sobre el uso que el presidente Evo Morales ha dado a las donaciones venezolanas recibidas en el período 2006-2011.
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, dio una rueda de prensa para rechazar las denuncias del dirigente opositor Samuel Doria Medina y de su partido, Unidad Nacional (UN), sobre el uso de esos fondos venezolanos que, según un estudio de esa fuerza centrista, sumaron 438,7 millones de dólares en ese lapso de tiempo.
García Linera afirmó ante los medios que el programa gubernamental “Bolivia cambia, Evo cumple”, objeto de la polémica, se financió entre 2006 y 2011 con donaciones venezolanas y a partir de ese último año con recursos del Estado boliviano.
Según el vicepresidente, Doria Medina dijo varias “mentiras” cuando señaló el martes que ese programa fue financiado por créditos y donaciones venezolanas, que se utilizaron de forma discrecional y con propósitos electorales.
Agregó que el único contrato de préstamo contraído con Venezuela data de 2008 y fue de 300 millones de dólares para la construcción de una carretera, pero de los que el Gobierno venezolano solo desembolsó 20 millones invertidos en el comienzo de las obras.
Aparte, Bolivia tiene una deuda comercial con Venezuela por la compra de gasóleo por un poco más de 145 millones de dólares.
García Linera enfatizó que no hay “ni un solo centavo” de crédito venezolano para el programa “Bolivia cambia, Evo Cumple”, con el que Morales financia desde que llegó al poder en 2006 numerosas obras, entregando los fondos a municipios y organizaciones beneficiadas.
Según el documento de UN titulado “La verdad del programa Evo cumple”, este plan gastó hasta 2011 unos 438,7 millones de dólares en 3.913 proyectos, la mayoría en pequeñas y medianas obras.
“El programa Evo Cumple no apunta a la lucha contra la pobreza o el mejoramiento social, sino a la compra de conciencias con fines electorales para el partido oficialista”, indica el documento.
García Linera rechazó esas conclusiones e insistió en llamar “mentiroso y tramposo” a Doria Medina por sostener que el programa en cuestión no tiene transparencia y sirvió para la intromisión en su momento del Gobierno de Hugo Chávez, que hizo las donaciones.
Chávez, fallecido en marzo pasado, fue amigo y aliado de Morales y le ayudó con varios proyectos sociales, además de este programa de donaciones que, según el Gobierno, sí ha sido fiscalizado.
García Linera aseguró que de las entre 4.000 y 4.500 obras del programa, 70 tienen problemas relacionados con la mala gestión de los municipios beneficiados, pero son investigados por las autoridades.
El documento de UN también señala que los municipios bolivianos más pobres recibieron 169 millones de dólares y los que tienen menos niveles de pobreza, unos 133 millones de dólares, cifras que García Linera citó para probar que sí hubo inversión con fines sociales.
Tras la intervención del vicepresidente, un dirigente de UN, Arturo Murillo, declaró hoy a Efe que “ninguna de las cifras” citadas en ese estudio está en duda e insistió en pedir transparencia para explicar el supuesto “clientelismo político” que se hizo con fondos venezolanos.
“No interesa si financia Venezuela o Irán, lo que queremos es que haya transparencia, así sean donaciones”, insistió Murillo.
Doria Medina aspira a ser el candidato de la oposición en las elecciones del 2014, a las que se presentará la fórmula de Morales y García Linera buscando un tercer mandato, hasta 2020.
EFE